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Autoridades electorales de Iraq investigaron hoy denuncias de fraude
supuestamente cometido en la provincia de Al-Anbar durante los
comicios del pasado sábado, en los cuales las proyecciones iniciales
favorecen a la lista del primer ministro Nouri Al-Maliki.
Líderes árabes sunnitas, que participaron por primera vez en la
consulta popular, se quejaron de fraude y numerosas irregularidades
en la referida demarcación del occidente donde predominan sobre la
población chiita, a la cual pertenece Al-Maliki.
El directivo de la Alta Comisión Electoral Independiente (ACEI),
Faraj al-Haidari, señaló que recibieron múltiples protestas, algunas
de las cuales apuntó- son serias y pueden ser consideradas rojas, en
alusión a faltas que alterarían el resultado de los votos.
La ACEI prevé enviar representantes a verificar las anomalías en
Al-Anbar, un territorio donde prevaleció la tensión entre los
sunnitas que habían boicoteado los comicios de 2005 y los partidos
establecidos que gobernaron allí durante años.
El pasado 31 de enero, 14 de las 18 provincias de Iraq efectuaron
elecciones para unos 440 puestos en los consejos provinciales, en
medio de rigurosas medidas de seguridad y por segunda vez desde la
invasión militar norteamericana al país, en marzo de 2003.
Según resultados aún preliminares, la coalición Dawlat al-Qanoon
(Estado de Derecho) que encabeza el jefe de gobierno, se impuso
ampliamente en el sur del país, donde los partidos religiosos
chiitas como el Consejo Supremo Islámico Iraquí poseen numerosos
adeptos.
No obstante, cada grupo político clama victoria para sí, mientras
las instancias electorales prosiguen el conteo de votos para tratar
de emitir resultados oficiales parciales el jueves.
La ACEI en la provincia de Thi-Qar reveló ayer que un total de
dos mil 854 boletas fueron eliminadas de la votación especial
realizadas allí el miércoles anterior, junto con el resto de las
demarcaciones donde ocurrieron los comicios.
Dicha votación permitió que unos 615 mil pacientes de hospitales,
personal de seguridad privada y estatal, soldados, detenidos y
condenados a menos de cinco años de cárcel ejercieran el sufragio.