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Cuba puso hoy en duda las supuestas buenas intenciones de
integrantes de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que
presionan para terminar cuanto antes la Ronda de Doha con acuerdos.
En su declaración ante el Consejo General de la OMC, Jorge
Ferrer, ministro consejero de la Misión Permanente de Cuba en
Ginebra, señaló que resulta sospechoso que esto ocurra actualmente.
Son los mismos que niegan la existencia de una relación entre el
comercio, la deuda y las finanzas para rechazar la creación de un
comité de la OMC que aborde esta cuestión, recalcó.
Lo que observamos es un claro intento de engañar y una intensa
competencia por los mercados de los países en vías de desarrollo,
por los recursos globales del petróleo, los combustibles, la tierra,
los bosques, el agua, los minerales y otros, puntualizó.
El diplomático recordó que las instituciones financieras, el G7,
el Foro de Davos e incluso en los Exámenes de Políticas Comerciales
de la OMC se dijo que debíamos dejar que nuestras economías y el
comercio fueran gobernados por el mercado libre.
Paradójicamente, los países desarrollados en lugar de aplicar sus
recetas, en vez de enviar a los tribunales y a las cárceles a los
gerentes corruptos e irresponsables ( ), vinieron a su rescate,
comentó.
La primera y más importante lección de esta crisis: no crean en
los que dicen los banqueros, las instituciones financieras
internacionales y los gobiernos de los países desarrollados,
sentenció el delegado cubano.
Ferrer afirmó que dos cuestiones claves más que limitan el
alcance de los supuestos beneficios para el llamado Tercer Mundo la
liberalización del comercio son los términos desiguales de
intercambio.
El libre comercio es asimétrico. Prevalecen dobles raseros.
Mientras que exigen el libre acceso a las economías del mundo en
desarrollo, los poderosos han estado menos propensos a ofrecer el
mismo acceso a sus economías, anotó.