.— El presidente Barack Obama y
los republicanos en el Senado estadounidense sopesan hoy una fórmula
de compromiso para impulsar el paquete de estímulo financiero y
revertir la crisis económica nacional.
La nueva oferta presentada por el jefe de Estado demócrata prevé
un incremento en los recortes de impuestos que llevaría al debatido
plan de rescate hasta un costo aproximado de 900 mil millones de
dólares.
El Senado tiene pensado considerar la medida contra la recesión
la próxima semana y bajo la presión de un complejo escenario laboral
donde la ola de despidos masivos marca ya cifras de unos 200 mil
empleos perdidos en el país durante las últimas cinco semanas.
La iniciativa, una de las propuestas más caras en la historia
norteamericana, fue aprobada ayer por 244 votos a favor y 188 en
contra, gracias a la mayoría demócrata en la Cámara de
Representantes que garantizó votos suficientes para llevar adelante
el proyecto.
Desde la presidencia del foro, la demócrata Nancy Pelosi, apuntó
que el mandatario norteamericano pretende conseguir un cambio que
revitalice la economía del país, luego de que la desaceleración
industrial arreciera desde diciembre de 2007.
Hemos adelantado en el camino de arreglar disonancias partidistas
referentes a esta legislación importante para nuestra nación,
comentó el líder republicano del Senado, Mitch McConnell. El
Congreso debe apurarse para devolver en febrero próximo el proyecto
final a la Casa Blanca, dijo.
El plan aprobado la víspera por la cámara baja llegó al recinto
como una propuesta de 825 mil millones de dólares, después al
recibir el visto bueno quedó en 819 mil millones. Ahora el nuevo
acuerdo de Obama y los republicanos podría elevar el monto hasta 900
millardos de dólares.
Según McConnell, la oposición exigió al Ejecutivo aumentar los
recortes de impuestos en el paquete de rescate de modo que
representen un 40 por ciento del programa total de estímulo.