.— Los movimientos populares son
el gran soporte del cambio de época que vive América Latina, afirmó
el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, al intervenir hoy en el
Foro Social Mundial (FSM).
Si no fuera por las históricas luchas de agrupaciones sociales,
de campesinos, indígenas y mujeres, significó el mandatario, serían
imposibles los actuales gobiernos progresistas en la región.
Esas transformaciones nacieron en las calles, en las
manifestaciones de la gente, en sus combates; no surgieron de los
grandes laboratorios de los centros de poder, y ahí está su
fortaleza, subrayó el jefe de Estado.
Sin embargo, advirtió, las experiencias que permitieron resistir
y enfrentar el dominio de gobiernos conservadores y represivos,
resultan insuficientes para continuar la construcción de la nueva
sociedad que se merecen los latinoamericanos.
Hay por delante nuevos esfuerzos creativos para diseñar entre
todos la sociedad más equitativa, justa y fraternal a la cual
aspiramos, insistió.
Para el presidente paraguayo la región debe avanzar en sus
procesos integracionistas, los cuales también deben estructurarse
desde abajo, con la participación de los pueblos.
Ponderó, además, la trayectoria de Cuba, y calificó de
insuficientes la decisiones adoptadas por el presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, en relación con la base naval de Guantánamo.
Guantánamo, recalcó, es cubano y debe volver a las raíces de ese
pueblo libre que durante 50 años ha demostrado que no hay poder
externo capaz de doblegarlo.
Un multitudinario auditorio acogió la intervención del estadista
paraguayo en la universidad federal de Pará, donde desde el mediodía
de este jueves tiene lugar el diálogo entre varios presidentes
latinoamericanos y miles de delegados al FSM.