Un reporte de la organización United Way of Greater destaca que sólo en los primeros ocho meses del 2008 la cantidad de personas del condado que recibió ayuda del programa General Relief aumentó un 11 por ciento.

Sólo en octubre de ese año 700 mil de ellas recibieron asistencia para comida, el número más alto desde 2002.

"Para muchos el reto no es ya llegar a fin de mes, sino evitar caer en el desamparo", señaló Joseph Martínez, analista de investigación y política de la agrupación.

Martínez estimó que el aumento del desempleo y el creciente número de personas que solicitan ayuda para comida demuestran un empeoramiento de la situación.

Al respecto, recordó que muchas familias vivían ya en condiciones precarias antes del inicio oficial de esta recesión económica en diciembre 2007.

Rafael Padilla, un residente de Boyle Heights, dice que esta es la peor situación económica que ha atravesado su familia.

"Mis hijos no lo saben, pero he llegado al punto de recoger ropa y zapatos de la basura porque no me alcanza para comprar lo que necesitan", subrayó Padilla.

Indicó que para sobrevivir junto con su familia viaja en transporte público a vecindarios de clase alta para recoger en basureros artículos y prendas de vestir.