La Bolsa de Familia consiste en distribuir renta entre quienes menos tienen, crea obligaciones educacionales y vincula a los más pobres a otros programas sociales.

El aumento decidido amplía el beneficio de 11 millones 100 mil familias a 12 millones 400 mil lo que implica una inversión social adicional de unos 239 millones de dólares.

Paralelamente se destinaron 250 millones de dólares a ampliar la merienda y transporte escolar a siete millones 300 mil estudiantes más, mejorar escuelas y capacitar profesores.

Estas decisiones siguieron a limitaciones presupuestarias a varios ministerios por unos 16 mil 173 millones de dólares y contrajeron algunas inversiones no esenciales.

La restricción en el empleo del presupuesto se fundamentó en los efectos de la crisis financiera mundial y la reducción de la recaudación de impuestos.

También la crisis sirvió de argumento para emitir las mejoras sociales pues el gobierno consideró necesario ampliar la protección del sector de la población con menos ingresos.

La oposición criticó estas medidas a pesar de que esas fuerzas incidieron en la anulación senatorial de un impuesto que recaudaba buena parte de los ingresos de Hacienda.

También ecologistas criticaron al gobierno porque no entendieron la reducción de gastos en Medio Ambiente cuando se amplía la fiscalización en defensa de la Amazonia.

Otro sector afectado por el corte presupuestario es el deportivo, pero aún no emitió opiniones el Comité Olímpico Brasileño (COB).

Sin embargo, el ministro de Deportes, Orlando Silva, garantizó que los recursos destinados al Mundial de Fútbol del 2014 no serán perjudicados.

Las declaraciones de Silva coincidieron con una visita a Sao Paulo del presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter.