El Gran Jurado que sesionó en Nueva Jersey desde hace tres años,
examinando evidencias de la participación del terrorista
internacional Luis Posada Carriles en la campaña de terror que
desencadenó en La Habana en 1997, ya costó al contribuyente
norteamericano "millones de dólares".
Lo afirma la periodista e investigadora Ann Louise Bardach, en un
análisis de las relaciones cubano-norteamericanas publicado por el
diario The Washington Post donde prevé que "el año nuevo no parece
especialmente luminoso para el terrorista fugitivo", que intentó
varias veces asesinar al líder cubano Fidel Castro y "que ha
disfrutado de un refugio seguro en Miami".
Bardach es la especialista norteamericana del tema Cuba que
también develó en octubre último, en un artículo publicado por el
sitio slate.com, cómo un abogado de cómplices del terrorista le dijo
que esta investigación se encontraba paralizada para no dañar "al
'ticket' de McCain, a los Díaz-Balart y a (Ileana) Ros-Lehtinen".
La reportera es quién hizo público, a partir de confidencias de
investigadores del FBI de Miami, el hecho de que el propio jefe
de esta oficina de la policía federal destruyó el expediente de Luis
Posada, en el 2003, mientras lo reclamaba la justicia de Panamá
donde se encontraba inculpado por terrorismo.
Según las propias admisiones de un abogado del delincuente, el
dossier de Posada ha sido manejado "al más alto nivel" desde su
entrada ilegal en territorio norteamericano a bordo del barco
camaronero Santrina, propiedad del terrorista y traficante de armas
Santiago Álvarez Fernández Magriñá, en marzo del 2005.
Posada entró a EE.UU. usando un pasaporte guatemalteco con su
foto y el nombre de Manuel Enrique Castillo López, que supuestamente
le había conseguido quien la prensa mafiosa de Miami denominó su
"Benefactor".
En el curso de los dos últimos años, la interminable
investigación del Gran Jurado, que se desarrolla en Newark, New
Jersey, señaló la participación de dos ex directores de la Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA), Abel Hernández, residente de
Cliffside Park, y Oscar Rojas, quien fue contador del fallecido
millonario de Fort Lee, Arnaldo Monzón. Otros tres cubano americanos
vinculados a la FNCA han sido llamados a comparecer en este caso
descrito por el periodista Peter J. Sampson, del diario local The
Record, cómo "un mundo oscuro de terroristas y de presuntos
asesinos".
Precisaba el reportero: "A pesar de describirlo (a Posada) como
el cerebro confeso de complots terroristas y de atentados, el
gobierno no lo ha declarado formalmente terrorista o acusado de
algún crimen¼ Un gesto tal pudiera
revelarse embarazoso, dicen los observadores, por la larga
asociación de Posada con la CIA". En 1997, los atentados ordenados
por Posada en hoteles, restaurantes y una discoteca de La Habana
provocaron la muerte del joven turista italiano Fabio Di Celmo y
heridas a otras 11 personas, además de importantes daños materiales.
No se sabe qué orientaciones decidirá el nuevo Secretario de
Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, al heredar lo que fue
calificado como una "papa caliente".