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Homenaje a Zoila Lapique y Electo Silva

OCTAVIO BORGES PÉREZ

La destacada investigadora Zoila Lapique Becali y el director del coro Orfeón Santiago, Electo Silva fueron homenajeados hoy en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Ambos destacados intelectuales se hicieron merecedores de los diplomas Al Mérito, de la UNEAC y otro del Ministerio de Cultura por la fecunda vida y sus aportes al acervo de la nación.

Lapique es una reconocida investigadora especializada en el siglo XIX cubano con obras cumbres sobre la música en esa etapa, además de abarcar las artes plásticas y otros aspectos de las pesquisas sociales.

Por su parte el maestro Silva, a lo largo de años ha creado una de las agrupaciones corales más prestigiosas del mundo con un grado tal de afinación que raya en lo ideal, originales arreglos y una maestría sin igual al trabajar con las voces y un repertorio de lujo que no descuida ningún aspecto.

Orfeón Santiago ofrecerá mañana a las seis de la tarde otro concierto en el teatro auditórium Amadeo Roldán.

El maestro santiaguero no pudo asistir a este homenaje en la sala Villena porque recientemente perdió la voz y el médico le prescribió reposo absoluto.

La ceremonia de homenaje concluyó con un espectacular concierto del Orfeón Santiago, esta vez a cargo de Daria Abreu, cantante del coro y actual asistenta personal de Electo, devenida en magnífica directora coral.

En ocasiones como estas uno bendice disfrutar del sentido del oído, porque pocas veces se escucha tal excelencia como este pequeño concierto titulado Por los caminos de la poesía en el cual el maestro Silva preparó varios estrenos como Vocalizaciones, con textos de Miguel Barnet.

También tuvieron su premier las canciones yucatecas Rayito de sol y Aléjate de mí, del compositor Guty Cárdenas, para resaltar las similitudes de la trova de esa región mexicana con la que se cultiva en Cuba.

Otro momento estelar fue la interpretación de Iré a Santiago, con textos de Federico García Lorca y música del gran compositor cubano Roberto Valera, quien en esta ocasión quiso rendir un especial homenaje a la soprano Elizabeth Ferrá, integrante del Orfeón y quien por 40 años la ha cantado.

También se ganó la ovación de la sala Santiaguera, de Miguel Matamoros, con un arreglo tan chispeante del maestro Silva que hizo mover los pies a todos los presentes y una versión muy original de La Guantanamera.

Mención especial merecen los solistas Melvin Rodríguez, Griselle Gómez, Maikel Calzadilla y Manuel Lorente, quienes pusieron toques de excelencia a las interpretaciones de sus compañeros de coral. (AIN)

 

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