Moscú, 19 de enero (PL).— Un compás de espera domina hoy el
escenario en torno a la crisis del gas entre Rusia y Ucrania ante la
anunciada firma de un acuerdo que permita el tránsito del carburante
hacia Europa.
El consorcio Gazprom y la compañía homóloga Naftogaz Ucrania
deben rubricar este lunes un convenio que retire los obstáculos a la
circulación del fluido a los consumidores europeos, conforme a las
negociaciones sostenidas en esta capital.
La rúbrica, según fuentes gubernamentales, estará presidida por
los primeros ministros Vladimir Putin y Yulia Timoshenko.
Ambas compañías sellarán un contrato a largo plazo, con miras a
una estabilidad en la cooperación energética ruso-ucraniana, dijeron
a la televisión fuentes del entorno de las negociaciones.
El conflicto gasístico a nivel bilateral estalló el 1 de enero
tras el corte de los suministros a ese país por Gazprom. La compañía
alegó la falta de un contrato para las entregas en 2009 y
desencuentros en el tema de las nuevas tarifas de mercado.
Ucrania adeuda, por otra parte, más de 600 millones de dólares
correspondientes al gas importado en noviembre y diciembre, a cuyo
monto fue sumada una multa por morosidad.
La crisis entre Moscú y Kiev originó un desabastecimiento del
fluido durante 11 días a países de Europa central, occidental y los
Balcanes, cuando quedaron cerrados los gasoductos en territorio
ucraniano, por donde transita el 80 por ciento del gas ruso.
Según precisaron Putin y Timoshenko al término de las
conversaciones esta madrugada, las compañías Gazprom y Naftogaz
acercaron posiciones en cuanto al precio que deberá pagar Ucrania
por el carburante.
Timoshenko informó que ambos consorcios recibieron el mandato
para elaborar el paquete de acuerdos correspondientes sobre el
tránsito y la compra del gas.
Aseguró que después de la firma del convenio se restablecerá la
circulación total hacia Europa.
Una fuente del gobierno ruso, citada por la agencia ITAR-TASS,
precisó que todo el comercio gasístico se llevará a cabo sobre la
base de la fórmula europea para calcular los costos, lo cual comenzó
a regir por dictamen de Gazprom el 1 de enero.
El nuevo acuerdo establece que la contraparte ucraniana obtendrá
–a pesar de las subidas del precio- una rebaja del 20 por ciento del
coste, en cuyo caso Rusia se beneficiará con una tarifa subsidiada
para el tránsito del energético por Ucrania, según la tasa de 2008.
La flexibilidad lograda en los aspectos más discutibles tiene
carácter temporal, al menos durante 2009, pues Gazprom no ha
renunciado a generalizar entre los clientes, europeos y vecinos más
próximos, su nueva política de precios de mercado.