Gaza, 19 de enero (PL).— Tropas israelíes continuaron hoy el
repliegue de la Franja de Gaza, aunque su presencia aún es
significativa, mientras la población comenzó un dramático recuento
de víctimas y daños materiales tras 22 días de intensos bombardeos.
Unidades de tanques y otros vehículos blindados junto a soldados
de infantería hebreos se dirigían esta mañana hacia la frontera de
Israel con el enclave, en la continuación de la retirada iniciada el
domingo, un día después de que Tel Aviv declaró el cese del fuego
unilateral.
Si bien se desconoce cuántos uniformados han abandonado el
territorio, el proceso se ajusta hasta ahora a la exigencia del
liderazgo del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que
concedió una semana de plazo a los judíos para salir de la Franja.
Hamas y otras agrupaciones islamistas anunciaron ayer que
reanudarán la resistencia armada contra la ocupación israelí
–básicamente el lanzamiento de cohetes y la guerra urbana- si todas
las tropas invasoras no dejan el enclave en una semana.
Pese a los llamados hechos ayer al gobierno israelí en el
balneario egipcio de Sharm El-Sheikh y en Jerusalén por líderes
europeos, árabes e internacionales para que abandone cuanto antes
Gaza, el primer ministro Ehud Olmert afirmó que lo hará bajo ciertas
condiciones.
"La decisión de Israel nos permite responder y reanudar el fuego
contra nuestros enemigos (…) si continúan atacando", apuntó Olmert,
al admitir ante su gabinete que la tregua unilateral "es frágil y
debemos examinarla minuto por minuto, hora por hora".
Una fuente de inteligencia hebrea, por otra parte, admitió que la
operación "Plomo Fundido" contra Gaza "no ha concluido", y en días
venideros se podrá determinar si se reanuda o no.
Sin embargo, el sitio digital Yedioth indicó que funcionarios
judíos aseguraron a líderes europeos que Israel planea completar la
salida de la Franja antes de la toma de posesión del nuevo
presidente estadounidense, Barack Obama, este martes.
Por su lado, el líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, consideró
que en la ofensiva –causante de más de mil 300 muertos, de ellos
unos 600 niños y mujeres, y cinco mil 350 heridos- "el enemigo
fracasó en sus objetivos" y aseguró fue una "victoria popular" de
los palestinos.
Tras insistir en que los agresores no consiguieron doblegar ni a
la resistencia ni a la población, Haniyeh valoró como una decisión
"prudente y responsable" la tregua de una semana declarada el
domingo.
Gracias a ello, el millón y medio de residentes durmió en
relativa calma por primera vez tras los bombardeos que también
provocaron unos 50 mil desplazados y dejaron sin casa a por lo menos
90 mil personas.
El drama mayor se comienza a vivir en la medida en que son
removidos escombros de los más de 16 mil edificios con serias
afectaciones como consecuencia de los ataques, bajo los cuales han
aparecido hasta ahora más de un centenar de muertos, incluidos
niños.
Según la ONU, los ataques israelíes dañaron 53 instalaciones bajo
su manejo, destruyeron 16 centros de salud, incluidos hospitales,
igual número de ambulancias, unas 60 escuelas y cuatro mil casas.
Asimismo, el Buró Central Palestino de Estadísticas, estimó que
la devastadora ofensiva arruinó 48 oficinas y edificios
gubernamentales, 30 estaciones de policía y 20 mezquitas, además de
carreteras, el sistema de suministro eléctrico y la red conductora
de agua.
Fuentes de la ONU en el puesto de Rafah, fronterizo con Egipto,
indicaron a Prensa Latina que más de un centenar de camiones con
medicinas, alimentos, combustible y otros bienes cruzaron en las
últimas horas a Gaza por allí y por Aouga, limítrofe con Israel.