Parte de las tropas israelíes se retiraron hoy del norte de la
Franja, donde se vivieron los bombardeos más intensos desde que
comenzó la ofensiva de Tel Aviv.
Según datos médicos, los muertos superan los 1 300, de los que
417 son niños, 108 mujeres, 120 ancianos, 14 del personal sanitario
y cuatro periodistas. Los heridos superan los 5 450, dos terceras
partes de los cuales son civiles.
Este domingo se conoció que una familia perdió a 35 de sus
miembros cuando fuerzas israelíes les obligaron a salir de sus
viviendas el 5 de enero y huyeron a un almacén que luego fue
bombardeado.
Un reporte de ANSA refleja que entre las ruinas de la barriada de
Zeitum, una de las más afectadas por la guerra, en los alrededores
de la Ciudad de Gaza, los cantos de victoria de la radio oficial
resuenan sin alcanzar a tapar el llanto y los gritos de rabia de
quienes intentan remover los escombros de una casa o reconocen los
restos de un ser querido.
Para muchos otros es solo un día de luto y desolación, mientras
de las excavaciones realizadas por los equipos de auxilio emergen en
pocas horas 100 cadáveres.
La oficina palestina de estadísticas dijo que al menos 4 000
edificios residenciales están afectados y que 1 000 millones de
dólares se requieren para las primeras reconstrucciones. Pero muchas
áreas todavía no fueron examinadas.
El médico argelino Mohamed Abed Khoudimi, que trabaja como
responsable de urgencias en el hospital Shifa de Gaza, el mayor de
la Franja, afirmó hoy que no había visto nunca una "carnicería"
semejante y aseguró que el Ejército israelí utiliza armas químicas
en sus ataques.
El especialista en Medicina, que logró entrar el domingo en la
Franja para encargarse de la urgencias del hospital, afirmó que
constató en persona los efectos de los productos químicos en el
cuerpo de varias víctimas, especialmente de los muertos.
Ante esta situación, los médicos presentes en Gaza han demandado
oficialmente al Comité Internacional de la Cruz Roja y a Naciones
unidas que creen una comisión de investigación.
Por otro lado, el galeno explicó que las estructuras sanitarias
locales se encuentran desbordadas, y citó el ejemplo del hospital de
Shifa, concebido para recibir a 400 pacientes y que actualmente debe
atender a más de 1 000 heridos.