Sencillo como el hombre de La pupila insomne, evocador de
su vida ejemplar como paradigma de la intelectualidad revolucionaria
cubana en los años 20 y 30 del siglo pasado, y expresión reiterada
del compromiso de las actuales generaciones de estudiantes,
maestros, escritores, artistas y obreros de continuar la carga que
dejó como el más preciado legado, resultó el homenaje rendido ayer a
Rubén Martínez Villena, en el aniversario 75 de su desaparición
física y el 110 de su natalicio.
Ante la tumba donde reposan sus restos en la Necrópolis de Colón,
dirigentes de la CTC, encabezados por Salvador Valdés Mesa, su
secretario general y miembro del Buró Político, estudiantes y
profesores del Instituto Superior Pedagógico de La Habana, que lleva
su nombre, y trabajadores alquizareños y capitalinos, recordaron al
insigne luchador comunista en actividad incluida como parte del
programa principal por el aniversario 70 de la fundación de la
central sindical que se celebrará el próximo día 28.
Ermela García, integrante del Secretariado Nacional de la CTC,
tuvo a su cargo las palabras centrales del tributo.