Cristopher, originario del Wisconsin, fue arrestado en Mississippi por enviar del 11 al 15 de enero últimos una serie de avisos donde insistía en la necesidad de eliminar a Obama por representar un peligro para Estados Unidos.

El hombre, de 42 años, fue llevado a una cárcel federal donde permanecerá hasta el próximo jueves para ser presentado ante las autoridades judiciales, informó el juez James C. Sumner.

Las amenazas contra el presidente electo serán tomadas muy seriamente, indica un comunicado del fiscal federal Dunn Lampton para el distrito sur de Mississippi.

"El uso de sitios de charla en internet para expresar esas amenazas es tan delictivo como expresarlo en palabras", señala Lampton.

De acuerdo con expertos, el racismo en este país es la principal amenaza para la seguridad personal de Obama.

Según versiones oficiales, durante los últimos ocho años la mayor inseguridad para esta nación y su mandatario provenía de terroristas islámicos y otros extremistas del exterior.

Mientras, fuentes de seguridad pública indican que durante la campaña de Obama se descubrieron por lo menos dos complots con el objetivo de asesinarlo.

El presidente electo fue el candidato presidencial que más temprano durante una contienda electoral recibió protección del Servicio Secreto, desde mayo de 2007, a partir de intimidaciones por parte de supremacistas blancos.

Analistas coinciden en que la elección histórica del primer mandatario afroamericano no significa que el racismo desapareció en Estados Unidos.

Luego de los comicios del 4 de noviembre último cientos de incidentes expresan el odio racial en este país, reportó el Southern Poverty Law Center.

Medios de prensa informaron ese mes que estudiantes de segundo y tercer grados en un autobús escolar corearon "asesina a Obama" en Rexburg, Idaho, mientras en al menos dos estados se quemaron cruces frente a casas de simpatizantes de Obama con el símbolo del Ku Klux Klan.

La agencia privada de análisis sobre asuntos de seguridad e inteligencia Stratfor advirtió que Obama es un objetivo de alto riesgo para pistoleros racistas.

Dos complots para asesinar al ahora mandatario electo fueron interrumpidos durante la temporada de la contienda, y muchos más permanecen bajo investigación, señalaron.