TALLAHASSEE, Estados Unidos.— Mostrando descontento por los
recortes que han afectado la enseñanza en los planteles escolares de
Miami-Dade, miembros de diferentes asociaciones de padres, maestros
y estudiantes se unieron en protesta en las escalinatas del edificio
administrativo del Distrito y durante la sesión mensual de la Junta
Escolar, el miércoles en la tarde.
"Unimos nuestras voces para que nos escuchen en Tallahassee. Ya
basta", dijo Mindi Gould, presidenta del PTSA de Miami-Dade (Parent
Teachers Student Association).
También se encontraba presente Karin Brown, presidenta del Parent
Teachers Association de Florida.
"Son los estudiantes los que se están sintiendo los recortes y
esto no parece que vaya a parar ahora", afirmó Brown.
El Sistema Público Escolar de Miami-Dade ya recortó 300 millones
de su presupuesto el año pasado y como resultado se despidieron
maestros, subdirectores y empleados; se eliminaron cursos electivos
favoritos entre los estudiantes; se dieron por terminado algunos
programas educacionales, incluyendo excursiones, y se han visto
desmejoras en el menú del almuerzo escolar.
Se espera que antes de fines de este curso escolar, que ya ha
sido recortado por cinco días, se rebajen otros 80 millones al
presupuesto, debido a que en Tallahassee se han tomado medidas
drásticas para balancear un déficit presupuestario, incluyendo el
recortar 480 millones de la educación.
El superintendente escolar de Miami-Dade, Alberto Carvalho, dijo
que aunque se ha despedido ya una tercera parte de los empleados
administrativos para evitar que sean los estudiantes los afectados,
probablemente se harían sentir aún más los recortes en las aulas muy
pronto.
"Será algo muy doloroso", dijo Carvalho indicando a la vez que la
Junta Escolar tendrá un plan de acción para dentro de un mes.
Solomon Stinson, nuevo presidente de la Junta Escolar de Miami-Dade,
alentó a los protestantes a que hicieran llegar su voz a Tallahassee.
"Sigan protestando en cada esquina de este condado", dijo Stinson.
Los estudiantes, padres y maestros, con cartelones y a veces
cantando, otras clamando, pedían que ya no hubiera más recortes, "no
en mi escuela", "no en mi clase", "no a mis maestros", decían.