GUANTÁNAMO.— La posible final de 64 kg entre el pinareño Rosniel
Iglesias y el santiaguero Yordenis Ugás genera algunas
especulaciones entre los aficionados sobre lo que debe acontecer en
el cuadrilátero del torneo Playa Girón con sede aquí.
No es para menos, se trata de dos de los mejores boxeadores
cubanos del momento, bronces de los Juegos Olímpicos de Beijing, con
la juventud y empeño para continuar proporcionándole gloria a
nuestro deporte.
Veamos qué dicen uno del otro sobre el posible combate:
"a pesar de sus 20 años, Iglesias ha alcanzado maestría
boxística, pelea muy bien, con dominio del ataque y el contraataque,
siempre derrocha voluntad por la victoria. Una final entre nosotros
sería un merecido regalo para los guantanameros, que han puesto
mucho amor en la organización de este Playa Girón", dice Ugás.
"Sé que para vencer a Ugás debo hacer mi mejor boxeo. La rapidez
en el contraataque y en el golpeo son de sus cualidades más
sobresalientes. Los dos venimos de los 60 kg, solo que yo abandoné
esa división hace algo más de un año y él desde el Nacional por
Equipos pasado. Es, hoy por hoy, uno de los más diestros púgiles
cubanos. Si peleamos por el oro el ganador indiscutible será el
boxeo nacional", acota Iglesias.
La admiración y respeto mutuo, el reconocimiento de los valores
del adversario primaron, como enseñanzas del deporte revolucionario,
en la opinión de ambas figuras. La rivalidad, coincidieron, queda
para el cuadrilátero.
El zurdo de Vueltabajo sostenía anoche su primer combate frente a
Norlan Labañino, de La Habana, y, en caso de ganar, para discutir el
título debe efectuar otros dos. Ugás, mientras tanto, en su pelea
inicial propinó RSC a Orlenis Dangel, de Isla de la Juventud, y para
llegar a la final debe vencer a otros tres contrincantes.
Rosniel Iglesias es entrenado por Pedro Roque, al frente de los
preparadores del equipo nacional, y Ugás por Julio Mena, también
técnico de nuestra principal selección.
La eliminación de Frank Isla, campeón mundial juvenil, contra el
santiaguero Geordanis Duarte fue la principal sorpresa de la segunda
jornada.