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El primer ministro ruso, Vladimir Putin, confirmó hoy la firma por
Ucrania del protocolo que viabiliza un control internacional sobre
la transportación de gas hacia Europa por ese territorio.
La nueva versión no incluye las añadiduras o formulaciones que
introdujo Kiev de forma unilateral al documento suscrito entre Rusia
y la Comisión Europea, precisó Putin al abrir este lunes la sesión
del presidium del Gobierno.
Exigimos, subrayó, a nuestros colegas ucranianos que el documento
fuera firmado de nuevo sin ninguna declaración no antes acordada con
nosotros.
Putin informó que el vicepresidente de la junta de directores de
Gazprom se trasladó a Kiev para acordar con la contraparte la
rúbrica del texto, el cual va camino a Bruselas, donde deberá ser
suscrito a su vez por funcionarios de la Comisión Europea.
El vicepresidente del gobierno ruso, Igor Sechin, y el director
ejecutivo de Gazprom, Alexei Miller, firmaron el sábado junto con
representantes europeos dicho protocolo, al que Ucrania anexó luego
una declaración y otras consideraciones, rechazadas por Moscú.
Rusia espera, de otro lado, que una vez consensuado el documento
los expertos internacionales hagan presencia real en los sitios de
monitoreo aludidos en la escritura.
Una vez que estén allí y nos convenzan que son capaces de
controlar el tránsito del gas, Gazprom bombeará combustible al
Sistema de Transportación de Ucrania hacia Europa, advirtió el
primer ministro ruso.
Al lamentar las afectaciones a los consumidores europeos, Putin
responsabilizó únicamente a Ucrania por los problemas originados en
la circulación del gas ruso, destinado a Europa occidental, central
y los Balcanes.
Las retenciones que provocaron con posterioridad interrupciones y
hasta un bloqueo total del carburante por parte de Ucrania son
inaceptables y esperemos que no se repitan más, apostilló el también
líder político.
En Bruselas el vicepresidente Sechin y el jefe de Gazprom
analizan las condiciones para un pronto restablecimiento de las
entregas de gas, cuya circulación se realiza por las tuberías
trasnacionales construidas en la década de los años 70 por la Unión
Soviética.
Gazprom suspendió el 1 de enero el suministro de gas al vecino
país por falta de un contrato de negocios para 2009, en medio de una
impugnación de Kiev a los precios de mercado por el carburante
importado.
Ucrania adeuda más de 600 millones de dólares por concepto de las
entregas en los últimos meses de 2008. El conflicto cobró dimensión
regional tras el cierre el 7 de enero de la circulación de gas a los
consumidores europeos por territorio ucraniano.