Las construcciones navales recuperan su paso en la provincia de
Cienfuesgos con el inicio de la producción de 51 escameros para
fortalecer las flotas de Batabanó, Isla de la Juventud, Sancti
Spíritus y Cienfuegos.
El ensamblaje de esos barcos, que debe concluir en un plazo de
dos años, tiene lugar junto al Lago Hanabanilla, donde preparan el
casco de las primeras lanchas con 14 metros de eslora, y cuyo
montaje se completará en la cabecera provincial.
Jorge Carreras, director de gestión en ASTISUR, explicó a la AIN
que esas embarcaciones son de plástico reforzado con fibras de
vidrio, cuentan con un puente de mando, nevera para el
almacenamiento de las capturas, sistemas de combustible y de agua
potable, entre otras facilidades.
Para este año deben concluir las primeras 17 unidades y el resto
en el 2010, tarea que asumirán con la experiencia de los
trabajadores de varios astilleros de Cienfuegos, territorio con
larga tradición en la construcción, reparación y mantenimiento de la
técnica marítima.
En el año 1851 se construyó aquí el casco del primer vapor
nombrado Damují, con 100 pies de eslora y 30 de manga, el cual
navegaba a la velocidad de cinco millas.
Mariano Douval, técnico principal en el astillero sureño, explicó
que aún en el siglo XX las naves salidas de los careneros eran de
madera, luego produjeron los ferrocementos y por último acogieron la
línea del plástico, la cual se torna mucho más rentable.