La entrega en usufructo de más de 32 mil hectáreas estatales
ociosas, pone a la provincia de Ciego de Ávila en mejores
condiciones para elevar la producción de alimentos.
Desde octubre hasta la fecha, más de dos mil 400 personas, entre
jurídicas y naturales, se favorecieron con parcelas que van desde
una hasta 13 hectáreas, en cumplimiento del Decreto Ley 259
promulgado con ese objetivo.
Aproximadamente el 80 por ciento de quienes han solicitado fincas
están beneficiados, y el proceso de adjudicación continúa en los 10
municipios del territorio.
La mayoría de las tierras inactivas concedidas son para cultivos
varios y ganadería, programas vitales para que el territorio se
recupere en pocos meses de los severos daños originados por los
huracanes Gustav, Ike y Paloma, especialmente en plátano, tubérculos
y raíces.
Dirigentes de la Agricultura calificaron de muy positivo el
interés de muchas personas por convertirse en labriegos y
acrecentar, además, los asociados a las cooperativas de crédito y
servicios.
También destacaron el trabajo de las comisiones municipales que
controlan las peticiones y otorgan las áreas, sobre todo en zonas
periféricas de pueblos y ciudades para favorecer después el traslado
y venta de los productos del agro.
Según estudios realizados, el año anterior Ciego de Ávila
acumulaba unas 162 mil hectáreas improductivas, buena parte de ellas
invadidas por el marabú, cuyos brotes se controlan con buenos
resultados con el herbicida denominado Potrerón y la periódica
chapea manual.