Pese a la acción devastadora de los huracanes Ike y Gustav, los
tabacaleros de la provincia de Pinar del Río plantaron más de mil
200 caballerías en la etapa óptima, y sólo restan unas 200 para el
actual mes.
El clima favorecedor junto al esmero de los productores,
propiciaron el excelente estado fitosanitario de las plantaciones,
en tanto el incremento de las áreas de la variedad de "tapado"
augura muy buena cosecha de capas, hojas empleadas en la confección
de los afamados habanos.
En todas las demarcaciones comenzó la cosecha, y la buena campaña
de semilleros permite garantía de posturas para dar continuidad a
las siembras en tierras tanto de Pinar del Río como de otras
regiones del país.
Desde inicios de semana retornan los trabajadores agrícolas,
cooperativistas y campesinos que, procedentes de otros territorios
de la Isla, han apoyado la reconstrucción de las casas de cura
natural de la hoja, dañadas en número superior a las siete mil por
los huracanes del pasado año.
En opinión de especialistas, la campaña es difícil debido a ese
reto de realizar, al unísono, las plantaciones y la reparación de la
infraestructura tabacalera, tareas que se cumplimentan acorde al
cronograma previsto.
Pinar del Río, en el extremo occidental de Cuba, es la provincia
mayor productora de la hoja en el país al aportar casi el 70 por
ciento del total de la materia prima, y facilita a la industria del
torcido alrededor del 50 por ciento de las capas, además de capotes,
necesarios para la confección de los habanos.