En homenaje celebrado en esa institución, el poeta y Premio
Nacional de Literatura, Roberto Fernández Retamar, acompañado del
doctor Eduardo Torres Cuevas, y los investigadores Zoila Lapique y
Félix Julio Alfonso, destacó la estatura intelectual y la vocación
social de Leal, quien ocupa desde 1968 la dirección de la Oficina
del Historiador de la capital cubana.
"Eusebio tiene el genio del verbo y el genio de la acción. Cuando
se le oye, no siempre se sospecha que es un hombre de acción
enriquecedora y la prueba de ello está en que ha hecho renacer La
Habana Vieja, y al mismo tiempo cuando se le ve actuar puede no
sospecharse que es el hombre de verbo tan poderoso que es", señaló
el también presidente de Casa de las Américas.
Al referirse a su dimensión humana y contribución intelectual, el
investigador Félix Julio puso énfasis en el trabajo que Leal ha
realizado en el rescate y promoción de la historia cubana y en la
restauración del patrimonio arquitectónico de La Habana Vieja.
"Desde los griegos a nuestros días los avatares de la
historiografía han sido infinitos. Pero el historiador auténtico
sigue rindiendo culto a la lucidez, la inteligencia, la pulcritud
del estilo, la honestidad acrisolada, la franqueza y las delicias
del buen decir. A este linaje pertenece Eusebio Leal Spengler, cuya
elocuencia y sagacidad constituyen las claves de un magisterio que
no cesa de seducirnos y asombrarnos", expresó.
"Pero su obra intelectual —indicó— estaría incompleta sin la
estela que ha dejado durante más de cuatro décadas en la
restauración minuciosa y la dignificación moral de ese pequeño
espacio tan amado que es La Habana Vieja".
En el encuentro, en el que se le entregó también al Historiador
de la Ciudad de La Habana la condición de Miembro de Honor de la
comisión de base de la Unión de Historiadores de la Biblioteca
Nacional, el doctor Eduardo Torres Cuevas, puso de relieve los
aportes de Leal a la cultura y a la reafirmación de los elementos de
nuestra cubanía.
Entre los asistentes al homenaje se encontraba la presidenta de
la Fundación Alejo Carpentier, Graziella Pogolotti, junto a
destacadas personalidades de las letras cubanas.