.—
Equipos de socorro suspendieron hoy las labores de rescate en la
región del norte de Guatemala donde un alud de grandes proporciones
dejó al menos 36 muertos y un número sin precisar de desaparecidos.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED)
ordenó parar las operaciones tras el peligro de nuevos deslaves y la
imposibilidad de hallar personas con vida.
Lamentablemente no hay posibilidad de sobrevivientes, dijo Hugo
Arvizú, vocero de la CONRED.
Según vecinos la mayoría de las víctimas eran jornaleros que
transitaban por esa vía el domingo, cuando la mitad de un cerro se
desplomó sobre la carretera que enlaza al municipio de San Cristóbal
Verapaz con el de Chicamán, en el departamento de Quiché.
Un equipo de expertos estudia las causas del deslizamiento, que
según informes preliminares pudo ocurrir debido a la activación de
una falla geológica o por los trabajos de reparación en la
carretera.
En la zona del derrumbe el terreno es inestable y aún ocurren
aludes esporádicos de tierra y piedras.
Las autoridades evalúan declarar el lugar como camposanto y
construir un nuevo tramo carretero en otro sitio.