.— El presidente boliviano, Evo
Morales, reiteró hoy aquí el compromiso de su gobierno con los
indígenas y resaltó la importancia de aprobar la nueva Constitución
para garantizar los derechos de esos pueblos.
De acuerdo con el mandatario, por primera vez en la historia
boliviana una Ley Suprema protege de verdad a las comunidades
originarias.
Luego de 20 años de debates en las Naciones Unidas el 13 de
septiembre de 2007 se reconocieron los derechos indígenas, logro
reflejado en el proyecto de Carta Magna sujetó a referendo el
próximo 25 de enero, aseguró en esta ciudad capital del departamento
de Potosí.
En el sureño territorio el jefe de Estado encabezó la ceremonia
anual de designación de mil 500 autoridades originarias.
Durante su breve intervención, antes de proceder a la toma de
posesión de esos líderes, Morales también llamó a respaldar el texto
constitucional por su defensa de la igualdad, la salud y el acceso a
servicios básicos como el agua y la luz.
Además prohíbe la presencia de bases militares extranjeras en
nuestro país, como la que tenía Estados Unidos en Chimoré,
departamento de Cochabamba, y promueve el dominio nacional de los
recursos naturales, añadió.
Según el gobernante de origen aymara, resulta inconcebible que
algunos prefectos, empresarios y ciudadanos descarten la nueva Carta
Magna.
Entre ellos están los llamados vendepatrias, consideró el
dirigente, quien rechazó calumnias opositoras sobre el texto
sometido a consulta en menos de 20 días.
La Constitución sí respeta la propiedad privada, las autonomías y
la religión, expuso.
En la ceremonia, los indígenas potosinos entregaron a Morales el
bastón de mando (tata-rey) para ratificarlo como máxima autoridad de
los pueblos originarios.
Miles de personas colmaron la plaza 10 de noviembre, la cual
ofreció un bello espectáculo por las banderas, pancartas y atuendos
tradicionales de las referidas comunidades.
Potosí es una región minera, cuya capital fue fundada en 1545 y
se ubica a cuatro mil metros sobre el nivel del mar, la tercera más
alta del mundo después de una urbe china y otra peruana.