.—
Los insurgentes afganos lanzaron hoy ataques en varios puntos del
país con saldo de cinco muertos, incluidos tres policías y un
soldado ocupante de la OTAN, comunicaron fuentes militares.
Portavoces de la Fuerza Internacional de Asistencia a la
Seguridad (ISAF) de ONU, liderada por la OTAN, confirmaron a medios
informativos el fallecimiento de uno de sus militares en el sur de
este país islámico.
Sin embargo, como es habitual, la ISAF omitió la nacionalidad del
muerto ni el lugar exacto del incidente.
Mientras, fuentes oficiales informaron que tres policías
perdieron la vida cuando varios rebeldes atacaron su puesto de
control en la convulsa provincia sureña de Kandahar. En la misma
provincia resultó también muerto un clérigo.
Esas acciones coincidieron con la visita a Kabul del presidente
paquistaní, Asif Ali Zardari, en respuesta a una invitación de su
par afgano, Hamid Karzai.
Ambos se reúnen para discutir sobre la situación de la seguridad
en la zona fronteriza entre Afganistán y Paquistán y la lucha contra
la insurgencia islámica.
Los dos países islámicos aliados de Estados Unidos mantienen
tensas relaciones desde hace varios años.
Kabul acusa a Islamabad de ineficacia para combatir a los
rebeldes en las zonas tribales del noroeste paquistaní, a lo largo
de la línea de frontera común, y de esa manera favorecer sus ataques
en Afganistán.
Del otro lado, el mando británico de la OTAN investiga un reporte
oficial acerca de la muerte de civiles afganos durante un ataque
aéreo en la conflictiva provincia sureña de Helmand.
Fuentes del gobierno provincial comunicaron que cinco miembros de
una familia murieron en ese bombardeo de las fuerzas británicas.
Más de mil 500 civiles afganos perdieron la vida hasta octubre
último a consecuencias de los ataques aéreos y terrestres de las
fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, de acuerdo con estadísticas de
un organismo de Derechos Humanos afgano.