Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es un crimen de guerra, denunció Al-Assad en rueda de prensa junto a su homólogo de Francia, Nicolás Sarkozy, con quien sostuvo conversaciones en el Palacio al-Shaab de Damasco.

Siria demanda detener inmediatamente la bárbara agresión israelí al pueblo palestino, que cese el fuego y se produzca la retirada de las fuerzas de ocupación en los territorios de Gaza, subrayó el gobernante al asegurar que se violan convenciones internacionales.

Criticó que los militares al servicio de Tel Aviv han cometido muchas masacres durante la continuada ofensiva en la franja costera y que muchas víctimas son mujeres y niños.

Los más recientes reportes de fuentes palestinas indican que al menos 590 personas han muerto y alrededor de dos mil 800 resultaron heridas desde el comienzo de los bombardeos el pasado 27 de diciembre.

Mientras Sarkozy lamentó la situación humanitaria y apeló al fin de las hostilidades sin acusaciones directas a los hebreos, Al-Assad describió la vida de los palestinos en Gaza como en un campo de detención colectivo dirigido a quebrar la voluntad de todo un pueblo.

Damasco sostiene diversas consultas entre países interesados en hallar una salida al contencioso, apuntó el mandatario árabe al indicar que los israelíes no aprendieron la lección de la guerra contra el Líbano, en el verano de 2006.

En la vecina nación, recordó, quisieron erradicar la resistencia (de Hizbulah), y ello condujo al crecimiento de ésta en la sociedad.

La resistencia no es una organización para disolverla, no es una persona que se asesina ni depósito de armas que se destruye, ( ) la resistencia es un pensamiento, remarcó.

En ese sentido, se declaró convencido de que la agresión judía no aniquilará las aspiraciones palestinas de tener su propio estado independiente y de que se retiren los ocupantes de sus territorios.