Personalidades de la cultura de la occidental provincia cubana de
Matanzas evocaron hoy aquí el aniversario 205 del natalicio de José
María Heredia, considerado poeta de América y un adelantado de su
tiempo.
En el cementerio San Carlos de esta urbe, 100 kilómetros al este
de La Habana, se levanta un monumento funerario en honor al bardo,
mientras en un panteón familiar están enterradas la madre, viuda,
dos hermanas y dos hijas.
Heredia (1803-1839) nació en Santiago de Cuba pero fue en
Matanzas donde alcanzó su madurez poética y cuyas obras más
representativas son "Oda al Niágara" e "Himno del desterrado".
Laboró en la Atenas de Cuba como abogado en el bufete de un tío y
tuvo que huir de la villa por sus actividades contra la corona
española.
Vivió en Estados Unidos, Venezuela y México donde falleció el 7
de mayo de 1839 víctima de tuberculosis.
Heredia fue enterrado en la necrópolis de Santa Paula de la
capital mexicana, pero sus restos se extraviaron cuando fueron
trasladados cinco años más tarde a la fosa común del camposanto de
Tepellac en la propia ciudad cabecera de esa nación.