ATENAS.— El Ballet Nacional de Cuba se presenta por estos días de
fin de año en Grecia, con Giselle, joya del ballet romántico,
que fue estrenada en 1841, en el Teatro de la Ópera de París. El
público griego conoció la versión cubana de esta obra el 1 de
septiembre de 1981, en el Teatro Lycabettus, interpretada en aquella
oportunidad por Alicia Alonso, quien hizo vibrar la cima de la
colina del mismo nombre, aledaña a la Acrópolis, donde se enclava
este teatro de la capital griega.
En la actual gira se destacan Anette Delgado y Viengsay Valdés,
en el rol de la aldeana-wili, cada una con su peculiar sello
interpretativo, pero fieles a los reclamos estilísticos, quienes
ofrecieron memorables interpretaciones, probatorias de la alta
valoración que han alcanzado en los más importantes escenarios
mundiales.
A su lado Romel Frómeta, Joel Carreño, Elier Bourzac y Javier
Torres encarnaron al Duque Albrecht con todas las virtudes que
distinguen a la representación masculina de la escuela cubana de
ballet. Como Myrtha, la vengativa Reina de las Wilis, Yanela Piñera
y Amaya Rodríguez mostraron de manera muy especial la alta valía que
poseen en este momento de sus ascendentes carreras. Ernesto Díaz,
como el celoso y vengativo Hilarión, fue toda una revelación, por
los diversos matices y la forma totalmente convincente que mostró en
su desempeño escénico, tanto en el I como en el II Actos.
El cuerpo de baile, integrado esta vez por un elenco
mayoritariamente joven, revalidó, especialmente en el II Acto, la
fama mundial que le ha acompañado durante décadas.
Al finalizar varias de las funciones, la Alonso salió a la escena
para agradecer los interminables aplausos del público, que para
muchos presentes eran el justo tributo a su legendaria trayectoria
artística ligada a Giselle durante más de seis décadas. Allí,
desde el amplio escenario del Teatro Megaron, revivieron las
palabras del crítico argentino Fernando Emery, quien proféticamente
afirmó una vez: "Ella nació para que Giselle no muera". Y sus
herederos artísticos así lo han probado en este inolvidable
reencuentro con el público griego.