Morten Kjaerum, titular de la Agencia de la UE para los Derechos
Fundamentales, señaló que la crisis económica global podría arrojar
a más gente a esta economía subterránea y exponerlos a una
explotación grave.
Kjaerum dijo que cientos, tal vez miles, de menores, llegan a
Europa todos los años y desaparecen al poco tiempo, y lo "más
probable" es que muchos de ellos trabajen en el mercado del sexo, se
vuelvan trabajadores domésticos o laboren en sectores como el
agrícola.
Señaló además que el problema involucra tanto a ciudadanos de la
UE como a extranjeros indocumentados, y las naciones e instituciones
necesitan prestarles más atención.
La esclavitud sigue siendo una realidad, más de 200 años después
de que fuera abolida, y alrededor de 27 millones de personas en el
mundo son víctimas de formas tradicionales y nuevas de esta
práctica, reportó a su vez EFE desde Ginebra.
Así lo aseguran expertos y responsables de la ONU en derechos
humanos y derechos laborales, en el Día Mundial de la Abolición de
la Esclavitud.
Según la ONU y la Organización Internacional del Trabajo, la
esclavitud es un fenómeno mundial que afecta tanto a los países
ricos como a los pobres, y las víctimas son siempre los sectores
sociales más vulnerables.