La apertura del XIII Simposio sobre el Patrimonio de los Pueblos
del Caribe distinguirá hoy la segunda jornada de la Fiesta A la
Guantanamera, importante cita cultural que celebra el aniversario
138 de la Villa del Guaso.
El encuentro teórico, concebido con la finalidad de conocer el
capital material y espiritual de Cuba y del Caribe, dedica este
martes su espacio al legado sociocultural de las centenarias
agrupaciones músico-danzarias cubanas conocidas como Tumbas
Francesas.
De esas sociedades preservadoras de una cultura heredada por
nativos e inmigrantes, solo perviven tres en la Isla: La Caridad de
Oriente, de Santiago de Cuba; Bejuco, de Sagua de Tánamo, Holguín; y
la guantanamera Pompadour-Santa Catalina de Ricci, denominada así en
honor a la patrona de la urbe de Guantánamo, también conocida como
Villa del Guaso.
Estas reliquias del folklore en la Isla se cuentan entre los
máximos exponentes del proceso de transculturación derivado del
flujo migratorio hacia Cuba de colonos franceses y sus dotaciones de
esclavos, tras estallar la Revolución de Haití, a finales del siglo
XVIII.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura, otorgó en 2003 a estas sociedades la distinción de
Primera Obra Maestra Cubana del Patrimonio Oral e Inmaterial de la
Humanidad.
Numerosos investigadores sostienen que en esta manifestación
artística se encuentran las raíces del ritmo Changüí, una de las
células primarias del Son, nacida en las montañas del extremo
oriental de Cuba.