Más allá de los cuantiosos daños materiales que nos ocasionó en
apenas dos meses, la inquietante temporada ciclónica del 2008
finalizó este domingo dejando una huella de hechos interesantes en
el plano meteorológico.
En primer lugar aparece el récord de viento máximo medido en
racha para un huracán en Cuba de 340 kilómetros por hora, registrado
durante el azote del Gustav el pasado 30 de agosto, en la estación
de Paso Real de San Diego, Pinar del Río.
Según informó a Granma el doctor José Rubiera, jefe del
Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, dicho valor
está en proceso de ser reconocido como primacía mundial por las
autoridades internacionales correspondientes.
Para Cuba esta temporada fue la sexta desde 1886 a la fecha en
que pasan por algún punto del territorio nacional tres o más
huracanes (tuvimos al Gustav, Ike y Paloma), lo cual solo había
ocurrido en el propio 1886 y en 1909, cuando lo hicieron cuatro
organismos de esa categoría, y en 1895, 1906 y 1933, también con
tres.
Si incluimos a la tormenta tropical Fay, el número de ciclones
que afectaron de manera directa al país en el presente año sube a
cuatro, cantidad superada únicamente por los seis de 1886 (es el
récord), y los cinco de 1906, 1909 y 1933.
El impacto del Gustav y el Ike en un intervalo de ocho días
constituye récord nacional en lo referido al menor periodo de tiempo
entre el cruce de dos huracanes de gran intensidad.
Tal hecho ratifica el marcado aumento en la frecuencia de azote
de fenómenos de esa magnitud a Cuba en esta primera década del siglo
XXI, pues ya suman seis los registrados del 2001 al 2008.
Otro suceso de interés es que por primera vez en nuestra área
geográfica hay un huracán intenso en cinco meses consecutivos, pues
en julio ocurrió el Bertha, en agosto, Gustav, Ike en septiembre,
Omar en octubre y Paloma en noviembre.
Iniciada el primero de junio, en la temporada hubo finalmente 16
organismos con nombre y eso la ubica dentro de las seis más activas
de la cronología iniciada en 1886. De ese total ocho fueron
huracanes.
Tras un riguroso análisis por parte de especialistas del
Instituto de Meteorología, se determinó que antes de tocar tierra
por el poblado de Santa Cruz del Sur, el huracán Paloma sufrió un
rápido debilitamiento y entró como un Categoría 2 mínimo.