Washington, 2 de diciembre (PL).— El Pentágono planea utilizar 20
mil soldados para responder a eventuales atentados terroristas o
catástrofes en Estados Unidos, una iniciativa criticada por grupos
defensores de los derechos civiles, revela hoy el diario The
Washington Post.
Según el periódico, el Departamento de Defensa quiere tener listo
ese contingente para el 2011.
Pero los diversos grupos no gubernamentales están en contra de la
medida al estimar que podría crear problemas al ejército y además
viola la Posse Comitatus Act, una ley que desde hace 130 años
restringe la actuación de las fuerzas armadas en suelo
norteamericano.
Ese despliegue es el primer ejemplo de una serie de expansiones
en la autoridad presidencial y militar e incluso un aumento en la
vigilancia doméstica, denunció Anna Christensen, de la Unión
Norteamericana para las Libertades Civiles.
Por su parte, Gene Healy, del instituto Cato, alertó sobre la
creciente militarización en el país con el argumento de protegerlo.
Sin embargo, el gobierno de George W. Bush y varios legisladores
presionan desde hace años para elevar el papel de ese cuerpo en la
prevención de un ataque terrorista contra la Unión, agrega el
periódico.
De acuerdo con sus defensores, el plan contará con tres fases, y
en la primera se creará una brigada de cuatro mil 700 militares, con
base en Fort Stewart, Georgia.
Luego otros dos contingentes se unirían a pequeñas unidades de la
Guardia Nacional, para ser entrenados en responder a un ataque
nuclear, químico, biológico o radiológico, subraya la publicación.
La idea de utilizar soldados para esa tarea es estudiada desde la
pasada década, auque ganó fuerza tras los atentados del 11 de
septiembre de 2001, indica la fuente.