Un documento secreto, develado este domingo por el diario El
País, subraya que en 1992 Aznar recibió la solicitud de Washington
para que los aviones de la Agencia Central de Inteligencia con reos
afganos y de otros países hicieran uso del territorio español en sus
viajes hacia la prisión y centro de torturas que Estados Unidos
mantiene en la ilegal base en el territorio ocupado de Guantánamo,
en Cuba.
El texto sostiene que José María conocía desde un inicio de esos
vuelos, llamados de la vergüenza, y en los que se trasladaban a los
reos sin ningún tipo de garantías y violando las más elementales
normas de la Convención de Ginebra.
Pero esas revelaciones sobre el ex jefe del derechista PP no
sorprenden a nadie, teniendo en cuenta todo lo que hizo y ha hecho a
favor de su "amigo" Bush, a quien ha debido desde siempre obediencia
y subordinación.
Aznar no solo pudo haber autorizado los vuelos de la CIA, sino
cualquier otra cosa que le pidiera el actual inquilino de la Casa
Blanca, porque, como bien se sabe justificó las cárceles secretas
que EE.UU. aún tiene en el mundo, incluso en Europa, y los
escandalosos campos de concentración de Guantánamo y Abu Ghraib,
condenados en todas partes del mundo por sus horrendas violaciones
de los derechos humanos.
También consta su apoyo incondicional a la invasión sangrienta de
Iraq y a la guerra de Afganistán, adonde el ex gobernante envió
tropas españolas en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo
de esa nación ibérica.
Junto al ex primer ministro británico Anthony Blair y Bush,
figuró en la afamada belicista foto de Azores, en marzo del 2003,
tras la cual Estados Unidos y sus aliados de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN) emprendieron la agresión contra
Iraq, sin contar con Naciones Unidas.
Pero al ex mandatario español no le bastó con ello y por orden
del jefe de la Casa Blanca, recorrió entonces varios países de
América Latina para alentar a algunos gobiernos de esa región a
inmiscuirse en la invasión a territorio iraquí, además de reclutar
soldados como carne de cañón y mercenarios.
Precisamente, en España, gana fuerza una plataforma denominada:
Juicio a Aznar, formada por intelectuales, políticos, abogados,
catedráticos, que reclaman se le abra una investigación judicial y
se le encause por su activa participación en el conflicto desatado
en la nación del Golfo.
Lo que se pretende con esa iniciativa es conseguir el mayor
número de adhesiones para solicitar ante el Tribunal Penal
Internacional un proceso en el que se pidan responsabilidades para
el denominado "trío de las Azores".
Las revelaciones de este domingo en El País constituyen otro
argumento de peso para sentarlo de una vez por todas en el banquillo
de los acusados.