La ciudad como escenario

Nuevo libro de Laidi Fernández de Juan

MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu

Un rosario de historias de acendrada cubanía que le toman el pulso a ciertas zonas de la cotidianidad habanera y que, tras una atenta lectura, pueden despertar recuerdos de propias experiencias vividas en cualquier rincón de esta urbe, es la nueva entrega de la escritora cubana Laidi Fernández de Juan, que vio la luz hace pocos días bajo el nombre La vida tomada de María E.

Laidi Fernández.

A la saga de Dolly y otros cuentos africanos (Premio Pinos Nuevos, 1994), Oh vida (Premio Luis Felipe Rodríguez, 1998), La hija de Darío (Premio Alejo Carpentier, 2005) y la novela Nadie es profeta (Ediciones Unión, 2006), Laidi Fernández de Juan (Ciudad de La Habana, 1961) suma este volumen de cuentos que toma la capital como escenario, donde se asoma a los mundos interiores de una serie de personajes femeninos que llevan los trazos de su entorno grabados sobre la piel.

La autora, con un estilo alejado de los fuegos artificiales de ciertos rebuscamientos literarios, concibe un fresco de diversas zonas de la realidad a través de la indagación psicológica en la identidad sociocultural de mujeres que se enfrentan a situaciones rodeadas de incógnitas, de luces y sombras como los bien entrados atardeceres.

A partir del abordaje de temas como la amistad, las relaciones familiares, las rupturas pasionales y las esperanzas que palpitan al ritmo de la existencia diaria, la narradora pone en manos del lector un grupo de relatos en los que vierte, desde una aguda mirada femenina, sus emociones encontradas a lo largo del bregar por los más disímiles caminos que atraviesan esta ciudad tan dada al don de los poetas.

El volumen, publicado por la editorial Unión y presentado por el humorista Osvaldo Doimeadiòs en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, reúne historias que reflejan las venturas y desventuras de la vida citadina, en las que no faltan guiños cómplices a esas canciones trovadorescas que han sostenido especialmente los muros de las ilusiones y las añoranzas de una parte de las más nuevas generaciones.

La vida tomada de María E, Viaje de los hijos, Perla y Nácar, Aunque tú y Gata encerrada —en el que retrata con fino humor e ironía los vacíos que se ocultan detrás del mascarón de falsedad que algunos adoptan en ciertos círculos "intelectuales" con tal de sobresalir y triunfar—, son una muestra de los cuentos que nos conducen a esa tierra incógnita de la espiritualidad humana, donde los recuerdos se guardan como reliquias y los sentimientos más nobles iluminan los espacios inexplorados de nuestra existencia.

 

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