El honor de un deber supremo

Mairelys Cuevas Gómez

Cuando el 26 de julio de 1963 el pueblo respondió con vítores afirmativos a aquella pregunta del Comandante en Jefe, una certeza recorrió el pensamiento de los asistentes al acto conmemorativo. ¿No es justo que se establezca como un deber defender la patria que no es de unos cuantos sino de todos? Fueron estas las palabras de Fidel y su propuesta se consolidó en apenas cuatro meses.

Foto: Yaimí RaveloDurante el servicio militar los jóvenes reciben instrucción teórica y práctica que los alista para el combate.

El 26 de noviembre de ese mismo año fue promulgada la Ley No. 1129, la primera en establecer el Servicio Militar Obligatorio y la creación de los comités militares. En consecuencia, el primer llamado de jóvenes al servicio en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se produjo en abril de 1964. La defensa del país deja entonces de ser una responsabilidad exclusiva de la institución armada y pasa a formar parte de las tareas de todo el pueblo.

Comités militares: funciones y retos

Durante estos 45 años, el objetivo fundamental de esos órganos ha radicado en el reclutamiento y movilización de jóvenes y reservistas al servicio activo en las FAR o el Ministerio del Interior.

En ese tiempo, sus actividades han sido perfeccionadas de conjunto con las regulaciones legales que determinan su funcionamiento, que en nuestros días se rigen por la Ley 75 de la Defensa Nacional y el decreto Ley 224 del Servicio Militar.

El mayor Miguel Ortiz Piña, jefe del Comité Militar del municipio de Playa en Ciudad de La Habana, mencionó a Granma algunas de las principales tareas que han desarrollado estas instituciones: "Se han ejecutado misiones importantes, como el llamado al Servicio Militar Activo, la movilización del personal con el objetivo de preparar a la reserva, así como el trabajo patriótico y militar con la población. También trabajamos en la organización de nuestro pueblo para prepararlo desde la paz para tiempo de guerra".

Los comités militares son órganos de dirección adscritos a las regiones y sectores militares que radican en cada una de las provincias y municipios. Gracias a su trabajo ininterrumpido se ha multiplicado la capacidad defensiva de la isla.

Anatomía de un proceso

Los jóvenes que arriban a los 16 años son inscritos en el registro militar para el cumplimiento posterior del servicio activo. Comienza, a partir de ese instante, un seguimiento pormenorizado de sus actividades, mediante el área de atención de su zona de residencia.

La preparación en tiempo de paz para tiempo de guerra garantiza la capacidad defensiva del país.

Ese proceso permite definir el momento y lugar idóneos en que el joven pueda ser incorporado al Servicio Militar Activo en el período que abarca de los 18 a los 28 años de edad. En el caso de las mujeres, su ingreso al servicio es de forma voluntaria, mediante solicitud personal.

La decisión sobre la ocasión apropiada para el llamado al servicio, aclaró Rafael Luis Rodríguez, funcionario de reclutamiento del Comité Militar de Playa, está directamente relacionada con las características de los muchachos. Es por ello que se tiene en cuenta la culminación de sus estudios, ya sea como bachiller, técnico de nivel medio u obrero calificado.

Todos los jóvenes cubanos pueden ser incorporados al servicio militar. Las actividades, tanto teóricas como prácticas, que desarrollan de manera constante en el período del servicio los preparan para la lucha armada por la defensa de la nación. En esta etapa reciben preparación militar, al tiempo que se educan en los principios de la Revolución y adquieren más responsabilidad para su desempeño profesional futuro, afirmó el mayor Ortiz.

Otra provechosa opción que brinda el paso por el Servicio Militar Activo radica en la posibilidad de obtener carreras universitarias. Mediante la Orden 18 del Ministro de las FAR los jóvenes cuentan con otra alternativa de ingresar a cualquier centro de altos estudios del país.

Los comités militares tienen entre sus objetivos esenciales el reclutamiento para el Servicio Militar Activo.

Luego de la culminación del servicio, el ciudadano pasa a formar parte de la reserva. Para entonces ya ha obtenido los conocimientos y habilidades sobre el manejo de las armas y las acciones durante el combate. Desde ese momento y hasta los 45 años de edad tienen la tarea de responder al llamado de la patria bajo cualquier circunstancia de peligro, aunque no ejerzan directamente en la vida militar. Su preparación durante este tiempo depende de las movilizaciones que los comités militares les destinen.

El teniente de la reserva Ernesto Abreu, explicó que las misiones asignadas a los reservistas les permiten estar listos para enfrentar la agresión de cualquier enemigo.

La labor de los comités militares y de las personas involucradas con el cumplimiento del servicio activo ha proporcionado una fuerza inigualable de hombres y mujeres capacitados para la lucha de todo el pueblo. De este modo se cumple fielmente el Artículo 65 de la Constitución de la República cuando proclama que la defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano.

 

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