.— Casi olvidados por la
denominada gran prensa pero respaldados por amplios sectores
sociales, miles de indígenas colombianos abandonaron hoy esta
capital luego de cuatro días de reclamos de sus derechos.
Tras su llegada el jueves a Bogotá después de andar más de 500
kilómetros, unos 20 mil aborígenes realizaron un amplio debate con
políticos y grupos sociales para exponer las reivindicaciones de la
minga, movilización nacional indígena y popular.
El fin de semana una amplia representación de esas comunidades se
reunió durante más de ocho horas con buena parte del gabinete del
presidente Álvaro Uribe, ausente por haber viajado a Perú.
En ese diálogo, difícil por tratarse de criterios muchas veces
contrapuestos, los indígenas reclamaron la entrega de territorios,
el respeto a los derechos humanos y oportunidades para mejorar sus
condiciones de vida.
Daniel Piñacué, uno de los líderes de la minga, consideró exitosa
la presencia de los aborígenes en esta capital, porque constituyó
una demostración de su poder de convocatoria, además de que lograron
avances en el diálogo con las autoridades.
Algunos de los logros son los referidos a la entrega de tierras,
sobre lo cual el Ejecutivo se comprometió a cumplir incluso con
compromisos de gobiernos anteriores.
En tanto, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, anunció que
se llevará adelante una investigación para esclarecer y hacer
justicia en decenas de casos de abusos y asesinatos de la fuerza
pública denunciados por los indígenas.
Sin embargo, aun queda por llegar a algún entendimiento en temas
peliagudos, como el rechazo de los pueblos autóctonos al Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos, que el gobierno, en cambio,
respalda sin condiciones.
También está por buscar una solución a la desmilitarización de
los territorios indígenas, que las autoridades se resisten a cumplir
bajo el argumento de que es necesario el control de esas zonas para
enfrentar a la insurgencia.
No obstante la retirada de Bogotá, en la fecha anunciada desde su
llegada, los reclamos se mantienen en pie y para ello permanecerán
en esta capital unos 70 representantes a la espera de un encuentro
con el presidente Uribe.