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			La muerte de un indigente en el Bosque de Vincennes en la periferia 
			parisina, trajo como consecuencia la puesta en marcha de un plan 
			emergente del gobierno y asociaciones humanitarias ante la ola de 
			frío que azota al país.
			Tres grandes aludes de nieve, el mayor de ellos en la región de 
			Champagne-Ardenne, cercana a Bélgica, e incluso algunas nevadas en 
			la capital de Francia, pusieron en estado de alerta a las 
			autoridades ante la dura arrancada del invierno.
			El sábado en la tarde fue hallado un indigente muerto en 
			Vincennes, posiblemente a causa del frío que se intensificó en el 
			fin de semana, según la Prefectura de Policía de París.
			Se trataba de un hombre de 50 años de edad que vivía desde hacía 
			varios meses en un refugio que se había hecho él mismo. Se había 
			negado, sin embargo, a aceptar el albergue temporal ofrecido por el 
			gobierno, según fuentes oficiales.
			Christophe Louis, presidente del colectivo Los Muertos de la 
			Calle, señaló que este deceso es el segundo de un sin techo en menos 
			de un mes en el Bosque de Vincennes, donde aparentemente viven más 
			de 200 personas.
			Como respuesta a este problema, el Ministerio de Vivienda y la 
			alcaldía de la Ciudad Luz ampliarán los albergues temporales en la 
			zona de Vincennes y otras consideradas neurálgicas por la presencia 
			de numerosos SDF (personas Sin Dominicio Fijo).
			Con una inversión del Estado, grupos de ayuda humanitaria a los 
			SDF, trabajadores sociales y especialmente la asociación de los 
			Emmaus, harán una revisión de los lugares donde se cree malviven 
			ciudadanos sin techo.
			La idea es ofrecerles todo el respaldo posible, incluido la 
			posibilidad de que sean trasladados a albergues instalados en la 
			ciudad, indicó la administración de París, así como el Ministerio de 
			Vivienda que extendió las acciones a otras áreas del país.