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			El jefe de la Armada rusa, Almirante Vladimir Visotski, sostuvo hoy 
			aquí que todas las flotas de la Federación de Rusia serán 
			movilizadas en la batalla contra la piratería en el Cuerno Africano.
			Navíos y destacamentos de la Flota del Norte, el Pacífico, el Mar 
			Negro y el Báltico deberán asumir con regularidad misiones que 
			garanticen la seguridad en aguas del Golfo de Adén y del Cuerno de 
			África en general, afirmó el jerarca castrense.
			Al referirse a la primera experiencia de cumplimiento de esa 
			tarea por el patrullero ruso Neustrashimi, el alto oficial dijo que 
			demostró la necesidad de una presencia de efectivos eurasiáticos en 
			la zona.
			En función de la situación que exista cerca de las costas 
			somalíes se determinará la cantidad de fuerzas y medios que se 
			movilizarán, aseguró Visostski.
			El jefe de la Armada subrayó que las unidades rusas actuarán en 
			estricta correspondencia con los documentos de la Organización de 
			Naciones Unidas (ONU), el Derecho Internacional y los acuerdos 
			bilaterales rubricados.
			Unos 35 buques mercantes y 600 tripulantes fueron secuestrados en 
			120 acciones de piratería en lo que va de 2008 en las costas de 
			Somalia. Los autores de estas ilícitas mantienen retenidas a 280 
			personas, según reportes de la ONU.
			El abordaje más escandaloso fue protagonizado recientemente 
			cuando los secuestradores se apoderaron del tanquero saudí Sirius 
			Star con un cargamento de petróleo valorado en 100 millones de 
			dólares destinado a Estados Unidos.
			Por la liberación de los 25 integrantes de la tripulación 
			británicos y ciudadanos de Arabia Saudita- y de la embarcación, los 
			autores de esta acción penada por el Derecho Marítimo exigen 25 
			millones de dólares.
			Con 332 metros de longitud, 22 de calado y un desplazamiento 
			superior a las 300 mil toneladas, el Sirius Star supera en 
			dimensiones a un portaviones, por lo que se requieren poderosos 
			recursos tecnológicos para ocuparlo, señalan aquí medios de prensa.
			Otro detalle que causa preocupación entre especialistas en 
			navegación oceánica es que el asalto ocurrió en mar abierto, a 430 
			millas al sureste del puerto keniano de Mombasa, una distancia muy 
			apartada de las costas somalíes.