MOSCÚ, 24 de noviembre.— El arte popular latinoamericano
constituye un ejemplo de cómo se puede preservar la esfera cultural
espiritual, afirmó hoy aquí la presidenta de la Asociación
Internacional Naturaleza y Creación, adjunta a la UNESCO, Liubov
Milovanova.
Al inaugurar un seminario científico sobre el tema, Milovanova
destacó que junto a ponencias de etnólogos, folcloristas y
estudiosos de tradiciones de Rusia y Belarús, los participantes
entrarían en contacto con experiencias de América Latina y el
Caribe.
El embajador de Panamá en la Federación rusa, Augusto Fábrega,
disertó sobre el aporte de los indígenas de la etnia Kuna Yala al
patrimonio de esa nación y mostró obras artesanales únicas e
irrepetibles conocidas como molas.
Estos tapices reflejan la armonía con la naturaleza en que viven
estos panameños y expresan un conocimiento que solo se transmite
oralmente de una generación a otra, por lo cual todo intento de
imitación ha resultado infructuoso, señaló.
La música como elemento esencial en el diálogo de civilizaciones
fue abordado por Tatiana Vladimirskaya, directora general de la
agrupación artística rusa Grenada, que ilustró la intervención con
cantos y danzas.
Esta ponencia propició un recorrido por la cultura
popular-tradicional panameña, peruana, colombiana, chilena,
boliviana, estadounidense y cubana, con las explicaciones
correspondientes acerca del vestuario típico y los instrumentos
utilizados.
La solidez de las raíces culturales cubanas fue abordada con
particular énfasis sobre la base de grabaciones de Compay Segundo,
la orquesta Aragón, Benny Moré y el Todos Estrellas de la Rumba, con
demostraciones bailables.
En el foro intervinieron paradigmas de la cultura rusa como el
coro La Antigüedad Viva, de la familia Zotov, integrado por 11
miembros de tres generaciones, especializado en centenarias
canciones eslavas.
Fue resaltada, asimismo, la labor de rescate de la obra del
escultor de la república de Mordovia, dentro de Rusia, Stepan Erzia,
quien fascinado por la naturaleza de Argentina realizó allá una
amplia labor creativa de 1927 a 1950, cuando regresó a la Unión
Soviética.
Dejó al morir más de 100 creaciones dispersas en todo el mundo,
que hoy trata de rescatar y preservar la fundación que lleva su
nombre. (PL)