.— Universitarios 
			egipcios manifestaron admiración por las virtudes del comandante 
			guerrillero Ernesto Che Guevara durante un emotivo encuentro con su 
			hija Aleida, quien cumple hoy su penúltimo día de visita amistosa a 
			este país.
			El Che es inspiración para muchos jóvenes de hoy. Su figura es 
			símbolo de lucha, perseverancia y solidaridad humana, expresó una 
			profesora de la Facultad de Letras de la Universidad de El Cairo, al 
			hacer la introducción de una charla sobre el revolucionario, 
			asesinado en Bolivia, en 1967.
			Durante el período de la guerra de Egipto contra la ocupación de 
			Israel, desde 1967 hasta 1973, el Che fue símbolo para que los 
			jóvenes fueran a las revoluciones y defendieran la soberanía, acotó 
			por su lado un catedrático de historia del mismo centro de estudios.
			El reconocimiento del legado del Che por parte de los egipcios 
			sirvió de antesala a una ovacionada conversación de Aleida Guevara 
			con cientos de alumnos y académicos que abarrotaron un salón de 
			conferencias para conocer pormenores de la vida de su padre.
			Al respecto, recordó la infancia de su progenitor, su 
			padecimiento de asma, la osadía de pretender elaborar a los 17 años 
			un diccionario filosófico, su viaje por naciones de América Latina y 
			sus repetidas lecturas de El Capital, de Carlos Marx.
			Mi papá se dio cuenta de que no somos dueños absolutos de la 
			verdad nunca, que hay que tener capacidad para aprender algo nuevo 
			siempre, dijo al exponer virtudes humanas y revolucionarias del Che.
			Indicó que otros rasgos distintivos de su personalidad fueron el 
			valor para enfrentar la vida sin temor a las limitaciones físicas, 
			tenaz persistencia para vencer las dificultades, y amor 
			extraordinario por los libros y respeto a todas las culturas.
			Conciencia de la necesidad de unidad para lograr las 
			revoluciones, honestidad, solidaridad y capacidad de sacrificio, no 
			sólo para las jornadas heroicas, sino para toda la vida y en todo 
			momento, también definieron la vida y la obra del comandante 
			guerrillero.
			Algo sobresaliente en el Che fue que predicó con el ejemplo, 
			puntualizó Aleida Guevara, al recordar que su padre solía afirmar 
			que es más fácil hacerme seguir, que tener que empujar.