.— Alrededor de 20 mil
indígenas de comunidades de toda Colombia llegaron hoy a esta
capital tras una larga marcha de más de 500 kilómetros que partió
hace 10 días del departamento de Cauca.
Los manifestantes entraron por el sur a Bogotá y tras recorrer
buena parte de la importante Carrera 30 terminaron su caminata en
los predios de la universidad nacional, que les servirá de albergue
hasta el próximo domingo.
Ese centro de estudios superiores suspendió las clases durante
cuatro días, para facilitar el alojamiento de los miles de
indígenas, cuya estancia ha sido garantizada por las autoridades
capitalinas.
Durante su permanencia en Bogotá los aborígenes prevén
concentrarse mañana en la céntrica Plaza de Bolívar, así como
exponer a representantes de organizaciones internacionales y de la
sociedad colombiana sus reclamos.
También esperan tener un encuentro con el presidente Alvaro
Uribe, para buscar soluciones a sus demandas.
Ellos exigen la entrega de tierras establecida en la Constitución
de 1991, el respeto a los derechos humanos y una política clara de
inclusión social para esa minoría olvidada por un gobierno tras
otro.
Asimismo plantean la firma por Colombia de la Declaración de los
Derechos Universales de los Pueblos Indígenas, promovida por la ONU.
También han expresado su rechazo legislaciones enfocadas hacia el
agro y al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos por
considerarlos perjudiciales para el desarrollo y la supervivencia de
esas comunidades.
Este jueves se cumplen 40 días del inicio de la minga,
movilización de resistencia indígena y popular con carácter nacional
que se ha convertido en uno de los movimientos más importantes de
ese sector de la población colombiana en muchos años.
En un comunicado, el Partido Comunista Colombiano calificó la
minga de la más vigorosa manifestación actual del repudio nacional a
la firma del TLC con Estados Unidos y de defensa de la naturaleza.
Asimismo el Polo Democrático Alternativo, principal fuerza de
oposición, llamó a todos sus seguidores a brindar su respaldo y
reconocimiento a los justos reclamos de los pueblos aborígenes.