Un
hecho de significación histórica, porque muestra las barreras que
habría de vencer la Revolución en el propósito de universalizar la
enseñanza de la Medicina con un alto grado de compromiso social,
tiene lugar a mediados de 1960, cuando se produce la renuncia en
masa de 141 profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad
de La Habana, la única con que contaba el país.
Ello se produce como respuesta a un llamado de la reacción
interna alentada por los Estados Unidos, que intentaba también,
luego de las primeras medidas sociales tomadas por el Gobierno
revolucionario, asestar un golpe mortal a la enseñanza de la
Medicina.
El éxodo de unos 3 000 médicos hacia "el Norte" en estos primeros
años, suscitó en 1962 una reflexión de Fidel en la apertura del
Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, en
Ciudad de La Habana. Nuestro líder trazó entonces con clara visión
los caminos por los que transitaría la salud pública cubana, y
aseguró que nuestras universidades irían creciendo y los estudiantes
se contarían por decenas de miles y los cuerpos de profesores serían
cada vez más experimentados, por la obra creadora de la Revolución
que se emprendía.
Esos visionarios planteamientos se convirtieron en realidad, como
se pudo constatar en la mesa redonda de ayer dedicada a La
formación médica en Cuba, con el creciente y masivo ingreso a
nuestras universidades de estudiantes de Ciencias Médicas, en un
colosal empeño de formar profesionales y técnicos de la salud
capaces de dar respuesta a los requerimientos de nuestro sistema
sanitario y a la cooperación internacional.
En 1959 existía en todo el país una sola Escuela de Medicina y
otra de Estomatología y se contaba con seis escuelas de Enfermería
que apenas graduaban 90 enfermeras por año. No se formaban técnicos
de nivel medio.
Cuba dispone hoy de cuatro Institutos Superiores de Ciencias
Médicas (en Ciudad de La Habana, Santiago de Cuba, Camagüey y Villa
Clara) y 24 Facultades de Medicina, cuatro de Estomatología, e igual
número de Enfermería y Tecnología, además de 30 filiales de Ciencias
Médicas en todas las provincias del país. También 33 facultades para
la formación de estudiantes del Nuevo Programa de Formación de
Médicos Latinoamericanos y facultad de Enfermería, que se suman al
programa de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Se ha llevado la Escalinata de la Universidad de La Habana, como
quería Fidel, a todos los municipios, recordó el doctor Roberto
González, viceministro de Salud Pública.
Esa universalización ha permitido enfrentar la masividad, el
acceso y uso de las nuevas tecnologías para alcanzar índices de
calidad en la formación y superación continua de los profesionales
de la salud.
Actualmente estudian en nuestro país unos 200 000 estudiantes de
Ciencias Médicas en todos los años de las carreras.
El panel, moderado por Randy Alonso, estuvo integrado también por
Francisco Alberto Durán, director nacional de Docencia Médica del
MINSAP; Juan Carrizo, rector de la ELAM, Luisa María Díaz, directora
nacional de posgrado del MINSAP; y Luis Alberto Pichs, vicerrector
docente del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.