El criadero de alacranes, en la provincia de Cienfuegos, aumentó
la cantidad de ejemplares utilizados en el proyecto denominado
Demostración del efecto antitumoral de la toxina del Rhopalurus
Junceus o Alacrán Colorado.
Fabio Linares Pazos, jefe del Departamento de Homeopatía y
Escorpiones en la filial provincial, comentó a la AIN que
actualmente los científicos cubanos son los únicos que aplican con
fines terapéuticos ese veneno para el tratamiento del cáncer, pues
en otras partes del mundo lo utilizan en la elaboración de
antídotos.
El centro, perteneciente a los Laboratorios Biológicos
Farmacéuticos (Labiofam), cuenta con unos cuatro mil animales, ocho
veces la cifra manejada a inicios de 2008.
Linares aseguró que este incremento se debe a las condiciones
idóneas de los locales del bioterio, ubicado en la facultad de
ciencias médicas Raúl Dorticós Torrado y declarado de referencia
nacional.
Añadió que el crecimiento resulta muy importante para la
realización del estudio, pues propicia mayor volumen de veneno,
principio activo de la medicina anticancerígena.
Además del análisis de la toxina y sus posibles efectos contra
los diferentes tipos de tumores malignos, la investigación abarca
diversas aristas relacionadas con las formas de cría y manejo de esa
especie de escorpión.
La utilización de la toxina en Cuba comenzó a partir de 1985, con
los trabajos del biólogo cubano Misael Bordier Chibás sobre las
propiedades curativas del veneno del alacrán colorado, una especie
endémica del país.