.— El Senado
estadounidense descartó la posibilidad de aprobar un amplio plan de
estímulo económico a pesar de que el presidente electo, Barack
Obama, desea verlo avanzar, informaron hoy fuentes gubernamentales.
Según Jim Manley, portavoz del líder de la mayoría en el Senado,
Harry Reid, en la ronda de sesiones que tendrá lugar esta semana no
se tratará de manera definitoria este tema, pese a que se esperaba
la aprobación del proyecto que extiende los beneficios para las
personas que llevan mucho tiempo desocupadas.
Reid consideró que con buena suerte lograrán que decreten una
extensión de los beneficios por desempleo.
Tras los comicios del 4 de noviembre el Partido Demócrata, de
mayoría en el Senado, lanzó una nueva iniciativa a la que se refirió
Obama, por cifras que van desde 60 mil millones a 100 mil millones
de dólares, centrados en aumentar el gasto público.
Los analistas advierten que esta sería otra estrategia para
intentar salvar la economía en crisis, cuya burbuja financiera
estalló en agosto de 2007, mientras sus consecuencias se extienden
por todo el mundo.
A principios de octubre pasado, la administración Bush activó un
salvamento de 700 mil millones de dólares, que nacionalizó parte de
la banca privada, pero ya a inicios de año hubo un recorte de
impuestos por 150 mil millones otorgado a las familias.