.—
América Latina y el Caribe enfrentan un riesgo ambiental y
socio-económico producto del cambio climático, alertó hoy aquí la
Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO).
Señaló que también enfrenta la degradación de los recursos
naturales asociada al avance de los sistemas ganaderos y agrícolas
no sustentables.
Según Jan Van Wambeke, Oficial Principal de Tierras y Aguas de la
FAO en América Latina y el Caribe, el "desarrollo sustentable es un
imperativo y es necesario promover una serie de investigaciones que
buscan producir más afectando menos el medio ambiente.
El científico chileno Sergio González, Premio Nobel de la Paz,
señaló recientemente que la actividad agrícola es la segunda mayor
fuente de emisión de gases de efecto invernadero y responde por
entre el 10 y el 12 por ciento del total mundial, sólo por debajo de
lo que genera el uso de combustibles fósiles .
El desafío de la inteligencia humana es armonizar las fuerzas
aparentemente opuestas y lograr aumentar su producción de alimentos
con tecnologías que al mismo tiempo permitan la reducción de los
gases de efecto invernadero, agregó.
En ese sentido, la FAO anunció su apoyo a acciones como la
utilización de variedades de semillas más resistentes a las sequías
y las buenas prácticas agrícolas, que permiten un mejor
aprovechamiento de tierras y aguas y una mayor eficiencia en el uso
de los insumos agrícolas.
También informó que el 70 por ciento de las áreas de pastoreo de
la región se encuentra en proceso de degradación, siendo las zonas
más susceptibles a la ampliación de la frontera agrícola ganadera la
Amazonía en Brasil, el Chaco en Argentina, Paraguay y Bolivia, y las
zonas áridas de Argentina y Chile.
Asimismo, el comunicado de la FAO señaló que el sector forestal
es otro importante emisor de gases invernadero y al mismo tiempo uno
de los mayores afectados por el calentamiento global.
Se estima que el cambio climático podrá transformar en sabanas
zonas de bosques tropicales en la Amazonía oriental y en México, y
aumentar la frecuencia de los incendios forestales en América del
Sur.
Según estudios de la FAO, la pérdida anual de bosques en la
región durante el período 2000-2005 fue de 4,7 millones de
hectáreas, cifra que corresponde al 65 por ciento de las pérdidas
mundiales.