BAGDAD, 17 de noviembre (PL) El líder chiita Muqtada al-Sadr
pidió al parlamento iraquí rechazar un acuerdo que extenderá hasta
2011 la ocupación militar norteamericana, luego que el documento fue
suscrito hoy por representantes de Washington y Bagdad.
El Consejo Político del movimiento leal al clérigo chiita dijo
recibir con profundo pesar la aprobación precipitada del gobierno
iraquí al acuerdo, mientras deseábamos que el gabinete discutiera el
futuro de Iraq bajo este turbio pacto antes de avalarlo.
Los seguidores de Al-Sadr advirtieron que el denominado acuerdo
de seguridad a largo plazo o Acuerdo para el Status de las Fuerzas (SOFA,
en inglés) pudiera mantener a Iraq bajo la hegemonía estadounidense
indefinidamente.
El controversial texto fue aprobado ayer por el Consejo de
Ministros, con 27 votos a favor y uno en contra, y este lunes lo
firmaron preliminarmente el canciller iraquí, Hoshyar Zebari, y el
embajador norteamericano en Bagdad, Ryan Crocker.
Ahora que fue remitido a la consideración del legislativo,
sostuvo el pronunciamiento del bloque sadrista, llamamos a los
representantes del pueblo y a todas las fuerzas políticas en el
parlamento a cargar con su responsabilidad nacional y rechazar este
humillante pacto.
Zebari, por su lado, consideró histórica la rúbrica del
entendimiento con Washington, que obligó a varios meses de
negociación debido a las reservas y enmiendas presentadas por
círculos políticos en esta nación árabe.
La aplicación de ese documento legitima la ocupación de Iraq por
militares norteamericanos luego de que expire en diciembre el
mandato otorgado por la ONU, tras la invasión de marzo de 2003,
aunque sus defensores prefieren hablar de una retirada progresiva.
Un elemento controversial del texto es la inmunidad reservada a
los 150 mil uniformados estadounidenses, de modo que no sean
juzgados por tribunales iraquíes si cometen delitos en este país.
Según el borrador del acuerdo, las fuerzas norteamericanas deben
dejar de patrullar las calles de aldeas y ciudades iraquíes a
mediados del próximo año, y abandonar completamente el país a
finales de 2011.