.— El presidente electo
estadounidense, Barack Obama, reiteró que cerrará la prisión en la
base naval norteamericana de Guantánamo, al sudeste de Cuba.
"Dije muchas veces en la campaña que quería cerrar Guantánamo, y
voy a hacerlo", expresó Obama a la cadena CBS este domingo, primera
entrevista televisiva luego de su triunfo en las elecciones
presidenciales del 4 de noviembre último.
La clausura del controvertido centro de detención sería una de
las señales más claras de la ruptura del nuevo mandato con la era
Bush, precisaron asesores de Obama al diario The Washington Post la
semana pasada.
Varias organizaciones internacionales, gobiernos aliados a la
Casa Blanca, y más recientemente cinco ex secretarios de Estado
norteamericanos recomendaron el cierre de la cárcel de Guantánamo.
De acuerdo con analistas, el mayor desafío es qué hacer con los
cientos de reclusos, algunos de los cuales tienen un historial de
actos de terrorismo.
"El nuevo Gobierno encarará numerosos problemas legales,
diplomáticos, políticos y logísticos en el cierre de la cárcel y el
enjuiciamiento de los terroristas de mayor importancia", reconoció
el Post.
Estados Unidos mantiene la Base Naval de Guantánamo en contra la
voluntad del pueblo y el gobierno cubanos.
Por otra parte, el político afroamericano en declaraciones a la
CBS confirmó la idea de poner fin a la guerra en Iraq, con un saldo
de más de 4 mil soldados estadounidenses muertos desde 2003.
"Tan pronto como asuma mis funciones llamaré al Estado Mayor y a
los responsables de la seguridad nacional para lanzar un plan de
retirada de nuestras tropas".
Según declaraciones de Obama, quiere retirar el grueso de los
uniformados en un período de 16 meses, desde este momento hasta el
verano de 2010.
En opinión del futuro presidente el presupuesto militar debe
destinarse a las fuerzas en la contienda en Afganistán, prioridad de
su política exterior.
También abordó en la entrevista el tema de la crisis económica,
la peor desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
Trabajaré para asegurar la recuperación de la confianza en los
mercados financieros, entre los consumidores y en las empresas.
Además, subrayó la importancia de la lucha contra la recesión,
para evitar que se agrave el déficit presupuestario.
No debemos inquietarnos por el déficit a corto plazo, lo más
importante es evitar el empeoramiento de la recesión, refirió.
Respecto a las dificultades en la industria automotriz
estadounidense, entre ellas General Motors, Obama se pronunció a
favor de un plan para salvar el sector.
"La quiebra del sector del automóvil sería una catástrofe",
admitió.