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El gobierno boliviano reiteró acusaciones contra la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y afirmó que su presencia está
prohibida en el país, destacan medios periodísticos.
Los principales rotativos impresos, entre ellos La Razón, La Prensa
y El Diario, reflejan declaraciones del viceministro de coordinación
con los movimientos sociales, Sacha Llorenti, quien aseveró la víspera
que esa postura gubernamental defiende la soberanía nacional.
También el Ejecutivo denunció que otras instituciones como la
Agencia de Estados Unidos para la Cooperación Internacional y la
agencia antidrogas (DEA) se dedicaban a conspirar contra el proceso de
cambios y ordenó el cese de sus operaciones.
En septiembre pasado, por los mismos motivos, el gobierno central
declaró persona non grata al embajador estadounidense, Philip Goldberg,
lo que es visto por analistas como el peor momento de las relaciones
bilaterales.
"No existe ninguna norma que habilite la presencia de esos agentes
(CIA) en el territorio nacional y de verificarlo sería un gravísimo
atentado a nuestra soberanía", afirmó Llorenti.
Según el viceministro, el gobierno está investigando la actividad
en el país de "agentes externos o de bolivianos que sirvan a agentes
externos".
En ese sentido, remarcó que el Estado boliviano está decidido, y en
esto no va a dar un paso atrás, en la dignificación nacional y de sus
instituciones.
El pasado 5 de noviembre el Ejecutivo anunció la creación de una
unidad de inteligencia para reemplazar a la DEA, que deberá abandonar
el país en enero próximo.