La agencia italiana ANSA citó declaraciones del presidente de
Francia y de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, en las que denunció
el comportamiento del presidente norteamericano, George W. Bush, en
la crisis ruso-georgiana.
"Recuerdo, dijo el mandatario galo, la llamada telefónica de Bush
en víspera de nuestra partida para Moscú: ‘No vayas, ellos (los
rusos) quieren ir a Tbilisi, están a 40 kilómetros. No vayas,
renuncia’", pidió el inquilino de la Casa Blanca.
Esta descripción de un jefe de Estado respecto a W. Bush, muestra
la verdadera cara que asume Washington en lo que respecta a la
política internacional.
Para nadie es un secreto que las tropas georgianas que atacaron y
masacraron a la población de Osetia del Sur, estaban equipadas con
armamento norteamericano y sus oficiales habían recibido instrucción
de los militares de Washington.
Luego de la agresión lo que pasó fue que Rusia intervino ante la
acción georgiana y las pretensiones estadounidenses, y bajo
principios de solidaridad para con sus vecinos osetios, obligó con
la fuerza de las armas a los uniformados agresores a retirarse hasta
Tbilisi.
Bush, que estaba comprometido con Georgia, y se sabía "embarrado"
en la acción donde murieron decenas de civiles, quería evitar que el
escándalo fuera mayor y por eso casi exigía a Sarkozy que no viajara
a entrevistarse con las autoridades rusas.
"Cuando el 8 de agosto tuvimos que partir para Moscú y Tbilisi
—argumentó el presidente francés— fue el mandatario de EE.UU. quien
dijo que era inadmisible, y fue Francia la que mantuvo el diálogo
con el premier ruso Vladimir Putin, el presidente ruso Dmitri
Medvédev y el mandatario georgiano Mikhail Saakashvili".
De esta forma se empieza a comprobar la verdadera historia en
cuanto a las relaciones entre Washington y Tbilisi.