a venta de armas en Estados
Unidos aumentó fuertemente en las semanas previas a la elección del
senador demócrata Barack Obama a la presidencia, ya que los
defensores de su posesión temen restricciones al que consideran un
derecho garantizado por la Constitución.
Las cifras más recientes no se encuentran disponibles según la
Oficina Federal de Investigaciones (FBI), pero el aumento en la
venta de fusiles, armas pequeñas y semiautomáticas empezó en la
primavera boreal y literalmente estalló en octubre.
Tan solo en ese mes, las ventas subieron 15%, ello representa 150
000 armas más, según cifras de la agencia del FBI que verifica los
antecedentes penales de los compradores.
"La elección (presidencial) tiene, sin duda alguna, relación con
esto. A medida que nos acercábamos a la elección y se preveía cada
vez más una victoria de (Barack) Obama, las ventas estallaron a
finales de octubre", explicó Tony Aeschliman, portavoz de la
Fundación Nacional de Tiro Deportivo.
En las armerías consultadas, las ventas van en aumento. Los
compradores "tienen miedo de un control de armas. La Segunda
Enmienda indica que legalmente podemos tener armas. (Obama) va a
tratar de quitarnos ese derecho", se lamentó Jimmy, encargado de la
armería Republic Arms, en Houston, Texas.
"La gente no dice realmente por qué compra armas", pero "estoy
seguro que tiene que ver con la elección de Obama, ya que es muy
contrario a las armas de fuego", destacó Jan, encargado de
Continental Arms en Baltimore, Maryland, quien también ha visto
aumentar las ventas en las últimas semanas.
Durante la campaña electoral, Barack Obama explicó que respetaba
la Segunda Enmienda de la Constitución, en la que se basan los
partidarios de las armas de fuego para poseerlas, pero como
legislador de Illinois votó a favor de varias medidas para
restringir su tenencia.
La Segunda Enmienda garantiza a todos los ciudadanos
estadounidenses el derecho de tener armas de fuego.
"La gente tiene la preocupación legítima de que con el gobierno
de Obama, y una mayoría demócrata en la Cámara y en el Senado, trate
de prohibir cierto tipo de armas, principalmente los fusiles
deportivos semiautomáticos", indicó Dave Workman, editor de la
revista Gun Week.
"El mismo fenómeno tuvo lugar cuando (William) Clinton fue
elegido la primera vez" en 1992, recordó Aeschliman. "Había un furor
de compras porque (Clinton) no era percibido como alguien favorable
a las armas de fuego".
El rápido aumento del desempleo (6,5%, la mayor tasa en 14 años)
podría ser otra de las explicaciones, según la asociación de tiro
deportivo. "Sabemos que cuando el desempleo crece los cazadores
están más activos. Tienen tiempo y pueden por lo tanto acumular
carne destinada al congelador", indicó Tony Aeschliman. (AFP)