La construcción, reparación o mejoramiento de más de seis mil
kilómetros de circuitos de distribución primarios y secundarios
constituyó uno de los retos más complejos vencidos por los
trabajadores eléctricos en la provincia cubana de Holguín, luego del
paso de Ike.
Fueron precisamente estos elementos de la red más próximos a los
clientes, los mayormente golpeados por la furia del viento junto con
las acometidas de las viviendas y objetivos económico-sociales, los
que concitaron el grueso de la atención.
Aunque todo el sistema eléctrico de la provincia colapsó y otros
daños tuvieron relieve técnico y financiero más relevante,
solucionar las líneas primarias y secundarias exigió mucho de las 50
brigadas pesadas de linieros participantes en la tarea.
También de las 90 parejas con equipamiento ligero formadas con
personal de Holguín, Granma, Sancti Spíritus y Ciudad de La Habana.
Esos colectivos con meritorio desempeño superaron los 300
trabajadores, afirmó Rúbert Reynaldo, director de la empresa
eléctrica en esta oriental provincia.
Ellos hicieron posible que hoy 314 mil 506 de los consumidores de
energía en la provincia ya reciban con estabilidad el servicio.
Reynaldo dijo que el sistema en Banes, uno de los tres municipios
más severamente afectado por el ciclón, fue recuperado con la
intervención de personal de Granma y refuerzos de sagua de Tánamo,
mayarí, Báguano, Cueto y Holguín.
En Rafael Freyre, añadió, resultó decisiva la intervención del
contingente de Ciudad de La Habana y una brigada de Cacocum,
mientras en Gibara decidieron las acciones los linieros de Sancti
Spíritus respaldados por colectivos de Calixto García, Cacocum,
Urbano Noris, Holguín y Frank País.