Aniversario 50 de la toma de Imías

Fulminante victoria de las armas rebeldes

Jorge Luis Merencio Cautín

El 14 de noviembre de 1958, después de cinco días de asedio, combatientes del Ejército Rebelde, al mando de los comandantes Efigenio Ameijeiras y Félix Pena, toman el cuartel de Imías, una de las plazas rurales mejor defendidas por el tirano Fulgencio Batista.

Cerca de 180 efectivos fuertemente armados, con el apoyo de la aviación y la marina de guerra, se mostraron impotentes ante el arrojo, la alta moral combativa de los rebeldes, y, en especial, ante los estragos del cañón Don Paco.

Esa mortífera arma, fabricada en la armería de la Compañía D, de la Columna 18 del Segundo Frente Oriental Frank País, con su fuego provocó la estampida de los casquitos que intentaron romper el cerco rebelde para embarcarse en una fragata, situada a unos dos kilómetros del sitio donde se desarrollaban los hechos.

En el breve pero sangriento combate el enemigo sufrió 27 muertos, 33 heridos y 60 prisioneros. Como botín de guerra le fueron capturados 106 fusiles, cinco ametralladoras de trípode 30,06, un mortero, una bazuca, tres cajas de granadas de mano y un equipo de radio, entre otros pertrechos militares, los que sirvieron a las fuerzas rebeldes durante la ofensiva que culminó con la victoria del primero de enero de 1959.

Por la parte rebelde, no obstante llegarse a pelear cuerpo a cuerpo por momentos, solo se lamentaron tres heridos, uno de ellos de gravedad.

En los anales de la historia el asedio y toma del cuartel de Imías (Operación Ciro Frías, en homenaje al capitán rebelde caído en combate en esa propia localidad guantanamera) se inscribe como una de las victorias más sonadas y fulminantes del Segundo Frente Oriental Frank País.

 

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